Se acabó la fiesta.
Por una vez hemos llegado al final y a pesar del dolor y la melancolía por la pérdida uno no puede más que felicitarse por haber asistido a un acontecimiento como este. El cuarto tomo de El integral de Gil Pupila es el último y no es un mal epílogo. Persecuciones, aventura, humor y muchos malentendidos llenan las páginas de este glorioso tomo. Los guiones son del creador Maurice Tilleux pero los dibujos son de Gos (Roland Goossens) "El único que estaba en condiciones de retomar el personaje, el único que se aproximó a la ideal inicial" según el propio Tilleux.
En la década de los 70 el creador de personajes como Libélula y Corrusco estaba agobiado llenando agujeros en la revista Spirou y realizando guiones para otros: Jess Long, Natacha, Tif et Tondu... Cuando el dibujante se ofrece para retomar el personaje y dibujarlo Tilleux acepta encantado sobre todo al ver las pruebas con los personajes que le presenta. Además todo está controlado ya que el maestro entregaba unos story-boards tan precisos acompañando a los guiones que era imposible perderse. Juntos realizan casi cuatro álbumes que son los que forman este tomo.
Se lo recomiendo, de hecho he recomendado toda la colección, porque es una de las grandes obras del comic europeo. BD en estado puro. Además va precedido de estupendos artículos introductorios de José-Louis Bocquet llenos de información y ejemplos gráficos. Este último resulta hasta emocionante por las ésplendidas anécdotas que recuerda. Una gran edición que me reconcilía con las editoriales. A veces las cosas se hacen bien y... ¡todo fue una fiesta!
Esta es otra de las grandes alegrías de los últimos tiempos; Scalped de Jason Aaron y R.M.Guéra y otros dibujantes. El séptimo tomo de esta colección titulado El blues de la reserva, está compuesto por 8 números de la serie regular editada por Vertigo que van del 35 al 42. Aquí podríamos pensar que los autores se toman un respiro después de la tralla del anterior arco argumental y cogen aliento para la previsible explosión final que parece ser los autores quieren que coincida con el número 50. Sin embargo no son en absoluto episodios sin relevancia ya que los autores exploran, en la saga titulada No deseados, el pasado de los protagonistas - más concretamente los de Dash y Carol - y éstos, además, toman decisiones fundamentales para lo que devendrá en el futuro. El guión de Aaron es impecable y emocionante, el arte de Guéra es atractivo y cada vez mejor en cuanto a narrativa.
Y si en la trama principal no hay un descenso de la calidad en los fill-in (números de relleno) tampoco. El primero, dibujado de forma excelsa por Daniel Zezelj en uno de sus mejores trabajos, explora con poesía la durísima vida cotidiana de los indios americanos en la actualidad. En la segunda historia, que comprende los números 36 y 37, descubrimos como afronta la cultura india la homosexualidad y podemos comprobar que la influencia del hombre blanco tampoco ha sido muy beneficiosa en este aspecto. La buena acción de un español honorable y católico es el precioso título de esta historia eficazmente dibujada por Davide Furno.
Y si en la trama principal no hay un descenso de la calidad en los fill-in (números de relleno) tampoco. El primero, dibujado de forma excelsa por Daniel Zezelj en uno de sus mejores trabajos, explora con poesía la durísima vida cotidiana de los indios americanos en la actualidad. En la segunda historia, que comprende los números 36 y 37, descubrimos como afronta la cultura india la homosexualidad y podemos comprobar que la influencia del hombre blanco tampoco ha sido muy beneficiosa en este aspecto. La buena acción de un español honorable y católico es el precioso título de esta historia eficazmente dibujada por Davide Furno.
Una curiosidad, casi un cotilleo; no hace mucho un editor de Vertigo (probablemente Will Dennis o Casey Seijas, no lo tengo confirmado) se ha puesto en contacto con el dibujante Horacio Altuna para sondear si el autor argentino estaba interesado en colaborar en la serie. La propuesta está hecha lo que desconozco es si ya han llegado a un acuerdo y en que consiste la colaboración. Lo divertido es que tanto Altuna como Guéra, que residen en Barcelona, han tenido que documentarse uno para conocer de qué iba la serie el otro para conocer la obra del candidato a sustituirle puntualmente.
Dot & Dash fue la topper de la serie Polly and her pals ambas dibujadas por Cliff Sterret. Como topper fue ganando protagonismo a medida que la serie principal se convertía en una de las obras maestras del comic de todos los tiempos. Sterret narra con sensibilidad y humor las leves aventuras de dos perritos en medio de un entorno casi surrealista. Sin palabras, con un arte único y con el pincel cargado de poesía el autor de Polly and her pals nos enamora otra vez con el arte del comic. La edición de Manuel Caldas vuelve a ser impecable y nos ofrece todas las tiras desde su inicio cuando se llamaba Damon and Pythias y eran un perro y un gato hasta la final con fecha del 26 de junio de 1928.
Podríamos considerar este mes de enero como el mes de Cliff Sterret porque aquí a Barcelona ha llegado el impresionante primer tomo de la editorial IDW dedicado a Polly and her pals. Recopila una seleccion de las páginas dominicales del 1913 al 1924 para luego continuar de manera cronológica del 1925 al 1927 en lo que parece ser el inicio de una colección casi integral de la obra que finalizó en 1958.Lo que nació siendo una serie dedicada a una flapper (chica moderna de principios del siglo XX) llamada Polly se convirtió con el paso de las sundays en una sucesión de gags protagonizados por los padres de Polly y en una de las mejores obras de corte surrealista con un aspecto inmejorable de art-deco.
El color, las formas, el cuadrículado y los efectos ópticos se suceden para mejor definición del gag final. Cuando uno lee las páginas de Polly and her pals en su esplendor no puede dejar de recordar a George Herriman, a Winsor McCay y a Frank King pero tampoco a Tex Avery o a Bob Campett o Charles Chaplin, Buster Keaton, Picasso, Maiakovski o Mondrian. Todo esto siendo contemporáneo a todos ellos cuando no precursor.
A la espera de los siguientes tomos - el anuncio del siguiente promete la edición de las sundays del 1928 a 1930 - nos encontramos ante una edición perfecta de una de las obras maestras de la cultura del siglo XX.
Volviendo al mercado doméstico a veces las miserias cotidianas oscurecen las grandes noticias y es que parece ser que la editorial NetCom2 se está encontrando con problemas para promocionar su iniciativa de editar la serie Alix de Jacques Martin. A la espera de ampliar la información sólo quiero apuntar que los amantes de las aventuras de este galo están de enhorabuena puesto que la edición es buena y parece que sigue con pulso firme pese a los codazos del establishment editorial español.
Yo tenía un recuerdo difuso pero poderoso de dos álbumes de la colección, concretamente La tumba etrusca y Las legiones perdidas. Leido este último el reencuentro ha sido positivo, Alix es una serie bien escrita, bien documentada y a pesar del hieratismo de los rostro de los personajes, bien dibujada. Las historias - al menos la de Las legiones perdidas - son muy interesantes, llenas de giros y para entendernos más del estilo E.P. Jacobs que Hergé. Por lo tanto una buena noticia para los amantes del comic europeo histórico de corte clásico y lleno de aventura. Una iniciativa que por muy artesanal que parezca merece todo el apoyo, más aún si anuncian la publicación de Lefranc la otra gran serie de Jacques Martin.
Classic Comics Press no ofrece ediciones tan cuidadas como IDW pero a veces acierta con alguna de sus iniciativas. Las tiras diarias de Big Ben Bolt es uno de estos aciertos. La serie es magnífica y supuso la consagración de un gran ilustrador como John Cullen Murphy que realizó el mejor trabajo de su vida ayudado a los guiones por un no acrediado Elliot Caplin. Las aventuras de un boxeador novato dan para mucho especialmente si está acompañado por personajes tan carismáticos como su entrenador Spider Haines o la gran Charity O'Hara. En el primer número, que recopila sólo las tiras diarias y abarca el período comprendido entre febrero de 1950 hasta mayo de 1952, podemos encontrar algunas dailies algo quemadas seguramente por la dificultad de encontrar material adecuado pero este defecto se subsana a medida que va avanzando la serie y en general el resultado es muy recomendable.
La decepción de la temporada nos la sirve la editorial Aleta. Su edición de Tex, llamas sobre Arizona es toda una fustración. Esta historia publicada en el Tex, Albo Speciale #5 cuenta con el arte del maestro Victor de la Fuente que realiza un gran trabajo. La reducción de las páginas resulta por lo tanto especialmente dolorosa y dificulta disfrutar del trabajo del autor de Haxtur y Amargo en todo su esplendor. Otra oportunidad perdida de hacer bien las cosas y van... Me quedaré con mi ejemplar en italiano.
Volviendo al mercado doméstico a veces las miserias cotidianas oscurecen las grandes noticias y es que parece ser que la editorial NetCom2 se está encontrando con problemas para promocionar su iniciativa de editar la serie Alix de Jacques Martin. A la espera de ampliar la información sólo quiero apuntar que los amantes de las aventuras de este galo están de enhorabuena puesto que la edición es buena y parece que sigue con pulso firme pese a los codazos del establishment editorial español.
Yo tenía un recuerdo difuso pero poderoso de dos álbumes de la colección, concretamente La tumba etrusca y Las legiones perdidas. Leido este último el reencuentro ha sido positivo, Alix es una serie bien escrita, bien documentada y a pesar del hieratismo de los rostro de los personajes, bien dibujada. Las historias - al menos la de Las legiones perdidas - son muy interesantes, llenas de giros y para entendernos más del estilo E.P. Jacobs que Hergé. Por lo tanto una buena noticia para los amantes del comic europeo histórico de corte clásico y lleno de aventura. Una iniciativa que por muy artesanal que parezca merece todo el apoyo, más aún si anuncian la publicación de Lefranc la otra gran serie de Jacques Martin.
Classic Comics Press no ofrece ediciones tan cuidadas como IDW pero a veces acierta con alguna de sus iniciativas. Las tiras diarias de Big Ben Bolt es uno de estos aciertos. La serie es magnífica y supuso la consagración de un gran ilustrador como John Cullen Murphy que realizó el mejor trabajo de su vida ayudado a los guiones por un no acrediado Elliot Caplin. Las aventuras de un boxeador novato dan para mucho especialmente si está acompañado por personajes tan carismáticos como su entrenador Spider Haines o la gran Charity O'Hara. En el primer número, que recopila sólo las tiras diarias y abarca el período comprendido entre febrero de 1950 hasta mayo de 1952, podemos encontrar algunas dailies algo quemadas seguramente por la dificultad de encontrar material adecuado pero este defecto se subsana a medida que va avanzando la serie y en general el resultado es muy recomendable.
Volviendo al mercado nacional me gustaría fijarme en una novedad no tan afortunada y en varios anuncios para el futuro.
La decepción de la temporada nos la sirve la editorial Aleta. Su edición de Tex, llamas sobre Arizona es toda una fustración. Esta historia publicada en el Tex, Albo Speciale #5 cuenta con el arte del maestro Victor de la Fuente que realiza un gran trabajo. La reducción de las páginas resulta por lo tanto especialmente dolorosa y dificulta disfrutar del trabajo del autor de Haxtur y Amargo en todo su esplendor. Otra oportunidad perdida de hacer bien las cosas y van... Me quedaré con mi ejemplar en italiano. 
La editorial mexicana RM ha editado un album facsímil de El eternauta de H.G.Oesterheld y F.S.López. Se trata de una edición que recopila fielmente los episidios de esta serie fundamental publicada por entregas en la revista argentina Hora Cero entre 1957 y 1959. Una edición muy interesante que espero poder hojear en breve y explicaros sus excelencias. Por lo que he leido vale mucho la pena y tiene un precio muy competitivo, unos 21 €.
Por otra parte se anuncian varias novedades muy interesantes para las próximas semanas. Blazing Combat, la revista de guerra editada en los años 70 por Warren, es una de ellas. En los 4 números que duró colaboraron autores como el guionista Archie Goodwin y dibujantes como Alex Toth, Russ Heath, Reed Crandall, Joe Orlando, Gene Colan, Wally Wood... La revista se editó en blanco y negro y existe un recopilatorio en EEUU en tapa dura, formato normal y también en blanco y negro, esperemos que la edición española por parte de Norma respete estos parámetros.
Otras novedades interesantes nos las anuncian Panini, en concreto la recopilación del paso de Stan Lee y Jack Kirby por Journey into Mistery de Marvel donde crearon y desarrollaron toda la saga de Thor y su universo asgardiano. Si la edición se parece remotamente a la de Silver Surfer puede ser una auténtica gozada. La otra novedad es la reedición de etapa del Capitán Marvel escrita y dibujada por Jim Starlin, novela gráfica incluida. Un buen ejemplo de comic de superhéroes cósmico.
Eso sí, seguimos a la espera del anunciado primer tomo del Flash Gordon por Dan Barry y equipo. Menos mal que no hemos contenido el aliento.
Dentro de unos meses intentaré hacer otro repaso de la actualidad, seguramente cuando llegue la primavera, espero que las novedades anunciadas no nos decepcionen y que las sorpresas sean agradables. Cabe decir que el sector del comic está aguantando dígnamente los tiempos de miseria y recortes que estamos viviendo. Esperemos que dure.
Para mí la parte principal de la serie está compuesta por las dos primeras historias R.A.S. à Djaraboud y Piccolo Chalet... gaio come te. Son dos historias de unas 40 páginas cada una donde el protagonista es el teniente Koinsky un soldado de nacionalidad polaca que se alista en el LRDG tras la caida de Polónia a manos de las tropas alemanas. Koinsky es frio, eficaz, práctico y tremendamente cínico. Es un personaje más oscuro que Corto Maltese sin embargo es terriblemente atractivo y moderno. El hecho de efectuar misiones tras las líneas enemigas lejos del frente permite a Pratt cruzar los personajes de ambos bandos con gente que intenta evitar la guerra y así componer un fresco lleno de situaciones personajes muy diversos entre los que Koinsky se mueve cómodamente aplicando su criterio y su ética personal.
