Este año la crónica del
Saló Internacional del Còmic de Barcelona 2012 quiero que sirva más para la reflexión que para la información. Creo que por diversos motivos tanto
FICOMIC como el
Saló no están cumpliendo desde hace años con su papel ante los aficionados y profesionales del tebeo y me gustaría analizarlo con vosotros con detalle.
Asistí al
Saló dos días; el viernes unas dos horas por la tarde y el sábado por la mañana. La diferencia en cuanto a asistencia de público fue espectacular y resulta cuanto menos llamativo el aspecto desangelado que presenta el recinto los días laborables. Las fotos que ilustran estas reflexiones las hice el sábado.
Lo mejor.
El Gran Premio del Saló a
José Ortíz ha sido el gran acierto de esta edición. Un premio merecidísimo y que servirá para poner más de relieve la extraordinaria trayectoria de un artista genial y profesional al mismo tiempo.
Las exposiciones han sido otro de los puntos fuertes de esta edición del 2012. La dedicada a
Winsor McCay fue
simplemente espectacular con originales preciosos y mucha información. Lástima que los organizadores la emplazaran en una esquina del pabellón convirtiendo la muestra en una instalación semiclandestina que evidencia que cada vez les resulta más molesto el aspecto cultural del
Saló.
Moebius tuvo su recuerdo con algunos originales, reproducciones de obras por publicar como el nuevo
Arzak y homenajes a su obra de autores patrios. Aunque me interesaron menos las exposiciones dedicadas a China, a
Spider-man, a
las
Hazañas Bélicas de
Jordi Longarón y a la revista
Cavall Fort han sido bastante dignas.
Un original de Little Nemo in Slumberland.
Finalmente
Juanjo Guarnido tuvo su exposición que para mi gusto fue la más espectacular en cuanto a diseño de espacio con bocetos y originales de su obra emblemática
Blacksad.
Dos aspectos de la muestra sobre Juanjo Guarnido.
Otro aspecto positivo fue el estreno de las nuevas editoriales como
EDT,
ECC que contaron con stand propio y de
Entrecomics Comics que celebró su nacimiento con una fiesta en un local del barrio del Poble Sec a la que desgraciadamente no pude asistir.
Lo peor.
La banalización de la cultura de la historieta en el
Saló es realmente bochornosa; todo vale para atraer visitantes sin que el mundo del comic sea ni tan solo una excusa lejana. Robots, Star Wars pero centrandose en las películas, stands de chocolate... que si
Prometheus, que si
Rock in Rio... Y sin embargo ninguna de las grandes tiendas de comics de Barcelona están presentes en el
Saló porque no les resulta rentable, porque han de competir contra grandes multinacionales que tienen al comic como un negocio marginal y porque tienen que luchar con stands de chuches, golosinas, de móviles o retratos en vivo y es que el dinero de la peña no es infinito. Y no hablemos de lo que piensan algunos distribuidores...
Pocas novedades. Este año me ha sorprendido el escaso volumen de novedades especialmente pensadas para el
Saló. En parte porque las editoriales han aprovechado la cercanía del día de libro para hacer lanzamientos conjuntos, en parte porque tanto editoriales como compradores están tiesos pero la verdad es que de 200 ó 250 novedades de años anteriores hemos pasado a 30 ó 35 y de un nivel bastante bajo.
Un aspecto general del emplazamiento de la exposición dedicada a Winsor McCay.
El ostracismo del mundo del comic en el
Saló es también una auténtica vergüenza. Parece que todo lo que esté relacionado con una visión cultural molesta a la organización y es apartado. El emplazamiento de la exposición de
Winsor McCay no tiene nombre, en un
corner del recinto casi clandestina. Las condiciones de la sala de actos son lamentables con una sonorización pésima y con la megafonía del pabellón a todo trapo obligando a los conferenciantes a esperar su turno.
Max Frezzato, Joost Swarte y Baru en la sala de actos dedicada a Juanjo Sarto.
Por diferentes vías he podido asistir a la prepotente actitud que FICOMIC mantiene con las personas interesadas en el mundo del tebeo; desde los blogs, grupos de rock e incluso con algunos de sus socios fundadores. Parece que los organizadores están más pendientes de sacar partido económico y personal de la muestra que de vertebrar durante unos días el sector del comic español. Cabe recordar que la entidad recibe subvenciones públicas y no creo que sean para organizar conciertos de Rock in Rio, exposiciones de videojuegos o paradas de chuches. Esto de FICOMIC empieza a no colar.
El cartel original de Paco Roca.
Por cierto una tengo una curiosidad ¿Qué pasó con el cartel de Paco Roca? ¿No tenía dos caras para representar tanto el mundo del autor como el del aficionado? ¿Porqué en la mayoría de carteles que podías ver por el Saló se mostraba sólo un lado? ¿Se lo comunicaron al autor?
Un ejemplo de la mutilación del cartel de Paco Roca.
Conclusión ¿Hacia un Saló alternativo?
Parece ser que cada vez va tomando más cuerpo la idea de montar un Saló alternativo. No hace falta un pabellón ferial para reunirnos los amantes del tebeo de Barcelona y aledaños. No hace falta convertir la muestra en una especie de chiqui-park gigante con animadoras y animadores vestidos estrafalariamente. No es de recibo ir echando al sector de la muestra para quedarse con todo el pastel ni seguir banalizando el comic por los medios de comunicación ya muy receptivos a este enfoque infantil. Y es que además para ciertos distribuidores y libreros hace años que no sólo no ganan dinero con el Saló sino que les hace la competencia de forma desleal y subvencionada.
El stand del El Corte Inglés, una polémica novedad.
El stand de La Cúpula.
Yo abogo por un certamen más reducido, enfocado a dignificar el medio y centrado a divulgar las obras y los autores de todos los géneros de manera adulta y civilizada. Si queréis no se llamará Saló, se puede llamar mostra, certamen o convención y puede coexistir con el de
FICOMIC pero sin duda ha de tener un enfoque radicalmente distinto centrado en los aficionados y profesionales de este medio tan castigado y al mismo tiempo tan hermoso y poderoso.
Galería de imágenes.
Varios aspectos de la exposición dedicada a The Amazing Spider-man.
El espacio dedicado a China.
Más ejemplos de la exposición dedicada a Winsor McCay.
Detalles del homenaje a Jean Giraud/Moebius.
Rags Morales firmando.
Gilbert Shelton firmando y apoyando en el stand de La Cúpula.
Y
Tanino Liberatore también quiso estar en La Cúpula.
Salut!