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lunes, 26 de marzo de 2012

Grandes maestros olvidados (6) Frank Robbins.




Introducción.

Johnny Hazard pasea feliz y relajado por las calles de Paris. "Cuando estés en Francia haz lo que hacen los franceses..." exclama y se sienta tranquilamente a tomar un café en la terraza de un bistrot; de forma inmediata los problemas le asaltan sin que pueda evitarlo.
Así solía empezar Frank Robbins sus historias y así atrapaba al lector completamente identificado con este protagonista de clase media que vive aventuras por todo el mundo. Con sencillez, con naturalidad y con emoción el arte narrativo de Robbins te envolvía y te obligaba a seguir leyendo la serie; era interesante tanto en las escenas de acción como en las más reposadas y usaba como nadie las viñetas para comprimir o acelerar el tiempo. Fue un maestro en el arte de contar historias con los dibujos y su influencia ha sido enorme en generaciones de autores posteriores destacando especialmente los españoles. Si un maestro se mide por el nivel de sus alumnos Frank Robbins es uno de los más grandes autores de la historia de los comics.


Basta mirar una página dominical de Johnny Hazard o mejor aún una simple tira diaria para ver que estamos ante un gran artista, un auténtico experto en el arte gráfico-narrativo que se atreve con secuencias de acción complicadísimas y momentos de pausa llenos de interés. Su dominio de la caracterización no tiene igual integrando en las historias a los tipos más pintorescos sin que resulten histriónicos y sus personajes femeninos fueron ejemplo durante décadas.

Frank Robbins no sólo destacó en las strips de prensa durante casi 40 años sino que realizó una actividad paralela en los comics publicitarios y al final de su carrera colaboró también con las dos grandes editoriales de comic books de superhéroes con especial repercusión en DC Comics.


Biografía.

Nació el 9 de septiembre de 1917 en Boston (EE UU). Destacó por sus dotes artísticas a temprana edad y con 15 años ganó el premio Rockefeller de pintura. Estudió en el National Academy of Design en Nueva York donde se había mudado su familia a causa de la Gran Depresión. En 1935 empezó a trabajar en una agencia de publicidad y pronto empezó a realizar los carteles publicitarios para la RKO Pictures.


En 1939 recogió la tira de aviación Scorchy Smith sindicada por la Associated Press y creada por John Terry. La serie la popularizó el gran Noel Sickles, aunque cuando Robbins se incorporó estaba siendo dibujada por Bert Christman. Robbins empieza dibujando la tira diaria pero su trabajo tiene tanto éxito que al cabo de un año le encargan que realice también la página dominical. Scorchy Smith fue una típica serie de aventuras ambientada en el mundo de la aviación cuya trama se vería involucrada en la II Guerra Mundial a partir de los primeros estallidos bélicos.


En 1940 empieza a preparar otra serie de aviación con personajes propios que iniciaría su publicación en 1944 con el título de Johnny Hazard. Esta serie que se publicó tanto en tiras diarias como en páginas dominicales aunque con tramas completamente diferenciadas se prolongó hasta agosto de 1977.


Paralelamente a la realización de la strip para la King Features Syndicate, Robbins trabajó para numerosas marcas en comics publicitarios que era un género muy popular en los años 40 y 50. Empresas como Kolynos, Bond Street o Dr.Lyon's se beneficiaron del enorme talento del creador de Johnny Hazard.


En los años 70 colaboró de manera intensa para la editorial DC Comics destacando sus aportaciones en el comic book de The Shadow, en la serie Batman principalmente a los guiones aunque también se encarga del dibujo en varios episodios y en otras series de la editorial de Superman.


En la misma década colaboraría aunque con menos intensidad para Marvel donde se le recuerda en una corta etapa del comic book Captain America, en The Invaders y en Ghost Rider. A finales de los 80 se retiró para dedicarse plenamente a la pintura, otra de sus aficiones, y para irse a vivir a Mexico junto con su esposa.


Murió el 29 de noviembre de 1994

Influencias y seguidores.

Frank Robbins fue uno de los primeros y principales integrantes de una de las más influyentes escuelas de comic realista de todos los tiempos. Es una corriente que combina lo mejor de la ilustración de inicios del siglo XX con dibujantes como Joseph Clement Coll y Franklin Booth que profundizaron en el uso de la plumilla y el rayado manual para crear efectos lumínicos con otros como Dean Cornwell o Mead Schaeffer que trabajaron con la mancha y el color para capturan sugerentes atmósferas.

Joseph Clement Coll

Mead Schaeffer.

Además esta generación empezaría a asimilar con gran rapidez los milenarios conocimientos de los artistas japoneses en su uso de la tinta china con pincel y del grabado en madera. Katsushika Hokusai ilustrador a caballo del final del sigloXIX y principios del XX, fue una de las principales influencias de este grupo de artistas norteamericanos.

Katsushika Hokusai 

El primero que exploró esta fecunda senda fue Noel Sickles cuando tomó la serie Scorchy Smith el año 1933 tras una fatal tuberculosis de su creador John Terry. Sickles empezó imitando el estilo del creador de la strip pero a medida que fue afiazandose en la serie introducir cambios en el estilo de dibujo que desembocarían en una revolución artística sin precedentes en el comic realista de la época. Sus contrastes lumínicos radicales (el clarooscuro), su entintado a base de manchas hechas con pincel y el acabado más moderno marcaron una generación de autores. Curiosamente Noel Sickles cedió la serie a Frank Robbins en 1939 para dedicarse a la ilustración y el dibujo comercial.

 Scorchy Smith 12/11/1936 por Noel Sickles .

Amigo de Sickles y socio en algunas de sus iniciativas, Milton Caniff fue la piedra angular de esta corriente historietística. Aplicó a la serie Terry and the Pirates todos los experimentos y todas las inovaciones que él y Sickles habían imaginado en un principio. Caniff sumó a la excelencia artística un tratamiento argumentístico y literario de primer nivel hasta conseguir que Terry and the Pirates fuera una de las series más famosas durante varias décadas. Con la participación de Terry y sus compañeros en la II Guerra Mundial casi a tiempo real Caniff enganchó a millones de lectores que vieron reflejados sus esperanzas y miedos en la serie. Terry and the Pirates consiguió como nunca en la centenaria historia de este arte popular una perfecta comunión entre el medio y su público.

 Terry and the pirates 31/01/1937 por Milton Caniff.


Frank Robbins es el tercero de esta larga saga que formarán también Alfred Andriola, Georges Wunder, Mort Meskin, Jerry Robinson, Leonard Starr... e incluso según mi opinión Warren Tufts.

Sin embargo Robbins tuvo la suficiente personalidad para desarrollar un estilo propio siempre dentro de unas características comunes con sus predecesores. Su dibujo destaca por el equilibrio entre las masas de negros y blancos, por su aparente naturalidad y por el excelente dominio del encuadre.


Uno de sus puntos fuertes fue la creación de suspense; página a página, tira a tira. Cada entrega de Johnny Hazard contenía sorpresas que eran perfectamente explicadas mediante arriesgados pero esclarecedores encuadres que potenciaban la emoción. Su influencia estilística y narrativa llegó incluso a una generación de cineastas formada entre otros por Steven Spielberg y George Lucas que retomaron muchos de sus argumentos en sus películas.Es curioso comprobar además que en algunas webs de originales están colgadas una decena de tiras de Johnny Hazard propiedad de Santiago Segura. La huella de Robbins llega mucho más allá del mundo de los comics.


Su principal atractivo es sin duda lo que en francés se llama decoupage, en inglés storytelling y aquí narrativa visual o también lenguaje gráfico-narrativo. En este aspecto el dibujante de Scorchy Smith fue un precursor. Su dominio del espacio, del tiempo narrativo y su innovadora fragmentación del movimiento proporcionó a los asombrados lectores de la época escenas de acción espectaculares potenciadas hasta límites insospechados. Su estilo de ralentización de la acción ha sido muy estudiado por los artistas japoneses del manga y resulta curioso que este hecho supone un poético retorno de influencias tras el transvase estilístico de principios del siglo XX comentado unos párrafos más arriba.

 Páginas 32 y 33 de Lone Wolf and cub #8 por Goseki Kojima.

Entre la incontable legión de seguidores podemos encontrar gente tan influyente como Bernard Krigstein, Alex Toth, Hugo Pratt, Jean-Claude Mèziéres, el australiano John Dixon, Hermann...

The free state of Hucuba por Bernard Krigstein Space Patrol  #2 (1952)

The land unknown por Alex Toth Dell Four Color #845 (1957)

Los escorpiones del Desierto por Hugo Pratt.


 Air Hawk and Flying Doctor por John Dixon.

Y también podemos citar a muchos autores españoles que, sobre todo en los sesenta, aprendieron a dibujar y narrar leyendo la obra de Robbins. Gente como Antonio Parras, Carlos Giménez, Jordi Longarón, Josep Mª Beà, Jordi Bernet...

Dani Futuro de Carlos Giménez.

Friday Foster 01/04/1972 de Jordi Longarón.

El ídolo de oro por Jordi Bernet (1969)

Por eso el magisterio del autor norteamericano sigue presente en nuestros días a pesar de que su obra es difícilmente encontrable en librerías o en bibliotecas.

 Johnny Hazard. Bravo por la aventura.

Primera tira de Johnny Hazard de 05/06/1944.

Johnny Hazard fue uno de los personajes más longevos de los comics realistas de prensa norteamericanos. La primera tira data del 05 de junio de 1944 y la primera página dominical es del 02 de julio del mismo año. Su cancelación se produciría durante el año 1977. A pesar de la gran cantidad de páginas la serie mantendría un nivel altísimo al menos hasta mediados de los sesenta donde se empezó a notar un lento pero inexorable desgaste tanto narrativo como artístico.


Su temática es heredera de innumerables series de aviación que por esta época estaban embarcadas en ambientes bélicos a raíz del inicio de la II Guerra Mundial, a diferencia de Terry and the Pirates, la serie de Robbins no se convirtió en un diario de las aventuras cotidianas de los soldados sino que potenció la faceta aventurera hechio que al finalizar la contienda hizo que tanto el autor como la serie se adaptaran mucho mejor al ambiente civil que la strip de Caniff.


La excelencia gráfica de Robbins se disfruta más en las páginas dominicales donde predomina la aventura exótica. Hazard viaja por todos los países que uno pueda imaginar desde el Tíbet a las islas del Pacífico siempre sorteando a los más variopintos criminales. En las sunday pages el dibujo se hace más espectacular, más panorámico y la acción más trepidante. El coloreado adquirirá poco a poco peso narrativo ofreciendo a finales de los cuarenta y principios de los cincuenta un festín visual cada domingo.


La evolución gráfica de la serie es pendular. Tiene unos inicios convencionales dentro de la escuela de Sickles/Caniff para ir tomando personalidad propia al pasar los años llegando a una etapa de madurez que podríamos datar en las décadas de los 50 y 60 para finalizar con una etapa final donde se nota un cierto cansancio. Esta evolución se puede apreciar también en la representación gráfica del personaje protagonista. 


Las tiras están más ancladas a la aventura urbana, los escenarios son más europeos y la acción más cercana al thriller. Londres, Paris, Berlín serán el telón de fondo de historias de suspense llenas de falsos culpables, persecuciones espectaculares por vagones de metro o puentes de apertura mecánica. Es curioso comprobar que la limitación espacial de la tira supuso un acicate para que Robbins experimentara con la narración regalándonos momentos de suspense diarios que pocos autores igualarán.  


Otra diferencia con Terry amd the Pirates es que mientras la obra de Caniff era una unidad tanto en las tiras como en las páginas dominicales Johnny Hazard presentaba dos líneas argumentales claramente diferenciadas tanto en dailies como en sundays.


Finalmente la serie se canceló el año 1977; las sundays el 14 de agosto y las tiras el 20 del mismo mes. A sus espaldas Robbins había dejado durante más de 30 años una infinidad de momentos memorables, mágicos y apasionantes que permanecerán para siempre en la historia de los comics. Johnny Hazard es un canto a la vida llena de emoción, una auténtica celebración de la aventura.

De Man-Bat a Batman pasando por nómadas, sombras e invasores.


Antes incluso de dejar Johnny Hazard, Frank Robbins empezó a colaborar en los comic books. En los primeros setenta se encargó diversos arcos argumentales de la revista.Detective Comics donde se encargó de la serie principal, Batman, y donde creó el personaje Man-Bat que se convirtió en una especie de negativo de la figura heróica de Gotham City. Su aportación a la serie, paradójicamente más intensa en los guiones aunque también se prodigó como autor completo, fue crucial para la reconversión del personaje en una figura menos pop y más oscura hecho que en los años 80 supondría un motor de renovación tanto en el papel como en celuloide.


Robbins se prodigó en más series de DC Comics como The Flash, Batgirl y también en varios relatos sueltos.en revistas como The House of Secrets o The Unknown Soldier.


Sin embargo y pese a la importancia del personaje de Batman, la serie que más se adaptó al estilo de Robbins y donde alcanzó mayor éxito artístico fue en The Shadow. 


El aire retro tomado del más puro estilo pulp que tanto Dennis O'Neil, el guionista, como Mike W.Kaluta, el dibujante inicial, le habían insuflado a la serie se adaptaba perfectamente a las posibilidades de Robbins que en tan solo 4 comic books (los nºs 5,7,8,y 9) realizó todo un tratado de narración visual y espectáculo tebeístico. La posterir incorporación de E.R.Cruz supuso un ligero bajón en una serie que en sus primeros 9 episodios marcó una época en la evolución de la editorial de Superman.


Un lustro mástarde se incorporó a Marvel Comics donde se encargaría de algunas series con aire más retro como Captain América, The Invaders o The Ghost Rider.


Durante la década de los setenta y principios de los 80 alternó apariciones en series de segunda fila con historias autoconclusivas en otras revistas no tan superheróicas. Nunca realizó una página mala aunque la edad empezaba a pasarle factura y el gusto del público se movía por otros parámetros. Frank Robbins resistió hasta finales de los 80 cuando vendió su casa y junto a su esposa se fue a vivir a Mexico para dedicarse a la pintura tras casi 50 años dedicados al comic.


Conclusión.


Sin ningún tipo de exageración podemos afirmar que el arte de los tebeos no sería el mismo sin la aportación de Frank Robbins. Su inmenso talento en todas las facetas de la creación de un comic y su extraordinaria longevidad ha hecho que fuera un referente para varias generaciones de artistas de todo el planeta y su obra permanece tan atractiva y vigente como el primer día, como cuando decenas de miles de lectores esperaban la salida del periódico para sumergirse en un mar de aventuras. Como Hazard, Frank Robbins fue durante décadas el piloto de los sueños aventureros de los aficionados y artistas de este castigado medio.

Supongo que es mucho pedir que alguien ofrezca a las nuevas generaciones la oportunidad de disfrutar de nuevo de las historias de Johnny Hazard en un formato menos infame que el reciente bodrio perpetrado por Hermes Press. Soñar es gratis y necesario.


Obras escogidas.

Scorchy Smith  (daily strips de 22 a 27/04/1940)







Johnny Hazard (sunday pages de 17/08 a 07/12 de 1947)


















The Shadow, the night of the beast!  The Shadow #7.  Noviembre 1974.


Selección de anuncios.

Dr.Lyons 27/03/1949.


Bond Street  28/05/1950.


Bond Street  23/07/1950.


Kolynos  ??/03/1947.


Kolynos  07/09/1947.



Bibliografía.

La Segunda Guerra Mundial y los comics. El nuevo naturalismo. Por Catherine Yronwode.  La Historia de los Comics. Tomo 1. Toutain Editor. 1983.
La decadencia de la aventura. El ocaso del aventurero en el mundo moderno.  Maurice Horn.  La Historia de los Comics. Tomo 3. Toutain Editor. 1983.
Ficha biográfica de Frank Robbins por Antonio Lara en La Historia de los Comics. Tomo 2. Toutain Editor. 1983.
Comics en guerra. Del tebeo al manga. Una historia de los cómics. Tomo 1.  Dirigida por Antoni Guiral. Panini Comics. 2007.
La cosmopolita ruta diaria de Johnny Hazard por Javier Coma. Johnny Hazard #1 Ediciones Eseuve. 1990.
Ficha biográfica de Frank Robbins por Rafael Marín. Del tebeo al manga. Una historia de los cómics. Tomo 1.  Dirigida por Antoni GuiralPanini Comics.  2007.
Fichas de Scorchy Smith, Johnny Hazard y Frank Robbins en Wikipedia y Lambiek.
Bert Christman, life imitating artAndrew Glaess en Big Fun Magazine # 2 y 3.  2004.
Frank Robbins y los comic books;  Evolución gráfica. Johnny Hazard; Frank Robbins, las aventuras dominicales de Johnny Hazard y Frank Robbins, el color en las dominicales de Johnny Hazard,, cambio de guardia en los sótanos de la King por Horacio Díez en Comic, historietas, tebeos.
Frank Robbins en Citas y comics. Retomando una entrevista Cartoonist Profiles.
Biografía y obra artística del creador de Johnny Hazard en la web Frank Robbins artist.
Varios posts sobre comics publicitarios en The Fabuleous Fifties.

En capítulos anteriores.

GMO 1:  Harvey Kurtzman primera parte y segunda parte.
GMO 2:  Russ Manning.
GMO 3:  Paul Gillon.
GMO 4  Johnny Craig.
y GMO 5:  Jesús Blasco.

Salut!