Algo grotesco. Antología del comic breve (2)

Algo grotesco supuso una revelación. Una prueba de lo que era capaz de hacer un dibujante no muy experto llamado Francesc Capdevila, conocido fundamentalmente como Max. Había popularizado en la revista El Víbora su personaje Gustavo pero aún no había creado otro de sus iconos; Peter Pank. Su dibujo mezcla de underground y línea clara empezaba a adquirir un estilo propio y personal, tenía una narrativa elegante y eficaz y todavía no había experimentado con el color de manera regular. Por todo esto Algo grotesco - una historia muda, a color y de 7 páginas - nos puso a todos en la pista de que ahí había un autor de enorme talento y prometedor futuro. Además la historia es sencilla, emocionante y redonda. Se publicó en la revista El Víbora # 49 de 1983 y curiosamente volvió a salir el siguiente número, el 50, creo recordar que por problemas en la impresión del color de la primera publicación.

A parte de los dos nºs de la revista El Víbora, esta historia se incluyó en el álbum El beso secreto de 1987 donde aparecen otras historias cortas que Max hizo para la revista underground. Una excelente muestra de la primera madurez de este genio del comic llamado realmente Francesc Capdevila.

Salut!

Una secuencia memorable (4) Johnny Hazard.

Ya lo explicaba aquí; Johnny Hazard era una serie monumental y lo fue por momentos como éste entre muchos otros. 

Esta secuencia está incluida en las tiras diarias. El protagonista, una vez acabada la II Guerra Mundial hace 7 años, vagabundea por el mundo y aterriza en París. Allí decide tomarse una tarde libre y hacer el turista pero con Frank Robbins los planes sencillos siempre suelen torcerse... 

La strip lejos de ser una más de las herederas de Scorchy Smith tenía personalidad propia. Robbins trabajaba con dos líneas argumentales; la de las páginas dominicales y la de las tiras diarias. Las sundays se localizaban en paisajes más exóticos, estaban más enfocadas en la aventura en cambio las dailies, por esta época, se centraban más en el thriller con ambientación más occidental, en concreto europea: París, Londres, Roma... Son las estas últimas las que, a mi gusto, sitúan de forma definitiva la serie como una de las más grandes de la historia. 

El portentoso talento gráfico-narrativo de Robbins se vuelca aquí en describir el ambiente de París, en resaltar la joie de vivre que siente el protagonista para que el contraste con la irrupción del elemento criminal sea más impactante. Dos aspectos más destacan de esta secuencia, el primero la prodigiosa manera de ilustrar el paso del tiempo; la escena se inicia en un momento luminoso del día para acabar en la negra noche parisina y sólo tenemos como referencia la luz pero sabemos instintivamente en todo momento en que hora transcurre la acción gracias a un impecable uso de las sombras. El entintado de Robbins es de los más grandes del medio y aquí lo podemos apreciar a pesar de la deficiente calidad de la edición de Buru Lan. El otro aspecto es el que quizás más define a Frank Robbins y es el uso de la localización para imprimir realismo a las escenas. El paisaje y el mobiliario urbano (plazas, monumentos, terrazas de bar, estaciones de metro, puentes...) son elementos reconocibles e indispensables para el transcurso de la historia que la convierten en algo más cercano y al mismo tiempo más excitante. Robbins, como Alfred Hitchcock y Fritz Lang, sienta las bases del thriller moderno.       

No por repetido es menos necesario. Es urgente una edición integral en castellano y en condiciones de este clásico de la cultura popular norteamericana del siglo XX.

Salut!

La soledad de las profundidades. Antología del comic breve (1)

François Boucq es uno de los autores franceses más originales que ejercen en la actualidad. Para los que lo conocen sólo por Bouncer, la serie del oeste guionizada por Alejandro Jodorowski, hay que recordar que empezó su carrera como autor completo realizando álbumes como los protagonizados por Jerónimo Puchero o Los pioneros de la aventura humana. Precisamente a este álbum pertenece el relato breve que lleva por título La soledad de las profundidades, una historia cruel  que ilustra ejemplarmente el uso del monólogo interior en la historieta. Este recurso narrativo, que Boucq usó frecuentemente pero con los diálogos dichos en voz alta, se adapta aquí al medio escogido para ilustrar brutalmente la mente torturada del protagonista.

Tres páginas escalofriantes que componen uno de los comics cortos más recordados del siglo XX.

Con esta entrada doy por inaugurada la serie que pretende - en la medida de mis posibilidades - reunir lo mejor de la historieta breve jamás publicada. Éste es un género que floreció en varias épocas; los años cuarenta y cincuenta con el florecimiento de los comic books norteamericanos y luego en las décadas de los setenta y ochenta en Europa con la expansión de las revistas de comic. Continuará.

Salut!

Las portadas del mes. Enero.

Escoger las 10 primeras portadas del año es una gran responsabilidad. Para sortearla he decidido encomendarme a los clásicos. Gente como Bernie Wrightson, Joe Doolin, Jean Giraud o Sanjulián nunca fallan. Además sigo con mi obsesión con Francisco V. Coching... y lo que te rondaré, morena. La portada de Jordi Longarón me ha parecido sublime y por eso preside este post. 

Espero que haya logrado mi objetivo y que estas 10 cubiertas os ayuden a empezar bien este año tan incierto. A disfrutarlas.

Hazañas del Oeste # 61  Jordi Longarón.

El Víbora  # 231  Kevin Taylor.

Exciting Comics  # 45  Alex Schomburg.

Conan Saga  # 8  Barry W. Smith.

The House of Secrets  # 96  Bernie Wrightson.

Pilipino Komiks  # 216  Francisco V. Coching.

Pilote  # 460  Jean Giraud.

Jungle Comics  # 68  Joe Doolin.

Vampus  # 34  Sanjulián.

Diablo Smith  # 1  Fernando Fernández.

¿ Y la de Kevin Taylor? Bueno un poco para rellenar... Vale, que no cuela. Pues eso; para empezar bien el año.

Salut!