No tengo tiempo, no tengo tiempo; por culpa de las mudanzas, el programa de radio, el curro... pero necesito explicaros algunas lecturas muy recomendables que he hecho últimamente. A por ello que no hay tiempo.
Cannon de Wally Wood.
Wallace "Wally" Wood puede ser considerado como uno de los autores malditos del comic norteamericano. Su innegable talento, su arte extraordinario no encontró casi nunca un vehículo adecuado para brillar con todo su esplendor. Su etapa en EC es, sin duda, la mejor de su carrera pero tiene otros momentos álgidos que merecen una revisión. Una de estas obras a redescubrir es Cannon y Fantagraphic Books nos ha ayudado a hacerlo con una gran recopilación.
Cannon se publicó en su momento en un periódico semanal para soldados norteamericanos llamado Overseas Weekly Discovery durante tres años, concretamente del 1970 al 1973, y su formato fue casi siempre de doble tira en blanco y negro.
Wally Wood sabe perfectamente a que público va dirigido Cannon y por lo tanto como Milton Caniff con Male Call no pierde la oportunidad de llenar las páginas de mujeres ligeras de ropa o directamente desnudas. Han pasado dos décadas y todas las referencias sexuales son más explícitas que en la obra de Caniff pero desgraciadamente también más superfluas. Normalmente no vienen a cuento. Cannon es además una de esas típicas historias de espías ultraviolenta de la época más intensa de la guerra fría.
A pesar de todo esto se lee con una especial emoción.
En primer lugar porque fuera de contexto Cannon parece ser una parodia de estas series e incluso una crítica y segundo porque el arte de Wood con toda su potencia es superior a cualquier remilgo ideológico o ético. Busquen este álbum por que les garantizo que les sorprenderá.
Sin Título de Cameron Stewart.
El dibujante Cameron Stewart, cuyo paso por Catwoman junto a Ed Brubaker recordaba con especial cariño, se embarcó en un webcomic llamado Sin Título. Durante 5 años - del 2007 al 2012 - Stewart realizó un extraño thriller psicológico que mantiene atrapado al lector hasta el final.
Sin embargo su edición en libro se antojaba como más discutible y problemática ya que Sin Título adolece de una irregularidad manifiesta en la historia debido a los parones que sufrió el webcomic.
Una vez leído de una sentada la obra se paladea con interés y sin que molesten demasiado los pequeños altibajos narrativos. En cambio el arte de Stewart brilla de una manera especial. Sus páginas en blanco y negro con bitono estructuradas, como en el ejemplo anterior, a doble tira son magníficas. Si el dibujo recuerda a genios como David Mazzucchelli, Ivo Milazzo y Alex Toth, su narrativa apunta más alto aún a gente tan grande como Milton Caniff, Jean-Claude Mézières o Frank Robbins.
En definitiva se trata de un gran álbum que apasionará a los amantes del thriller y del buen comic.
Ojo de Halcón, pequeños aciertos de Matt Fraction/ David Aja y otros.
A ver si ahora nos vamos a pasar de frenada. Es evidente que la serie de Marvel Ojo de Halcón no ha descubierto nada nuevo pero es más evidente aún que se trata de una muy buena serie. Matt Fraction como guionista y David Aja como artista están encargándose de que la colección sea interesante y tremendamente atractiva. Leer ahora que no hay para tanto, que tiene irregularidades etc. me parece de un esnobismo subido de tono.
El segundo tomo titulado Pequeños aciertos tiene precisamente esto; pequeños aciertos de guión y sobre todo grandes aciertos de narrativa y arte. David Aja se sale en composición de página, storytelling y dibujo consiguiendo que desde la portada a la página final uno disfrute de un auténtico festín narrativo y estético.
Si además los anuales los dibuja Javier Pulido, una de mis grandes debilidades, nos encontramos ante una de las mejores colecciones de superheroes de la actualidad. Y no nos pasemos de pedantes.
Si decíamos en la primera reseña que Wally Wood es un autor maldito, Matt Baker simplemente es un autor desconocido. Su carrera trancurrió en el anonimato desde sus inicios como dibujante de hermosas jungle girls hasta su prematura muerte en 1959 a los 37 años de un ataque al corazón. Su obra, dispersa y sin reeditar, se centró en el comic book y tiene una calidad gráfica insuperable. Entre sus obras destacan Phantom Lady, Flamingo - su única incursión en la prensa - South Sea Girl, sus historias románticas, Rulah, una novela gráfica titulada It rhymes with lust y por supuesto Canteen Kate.
Canteen Kate es una serie ligera, de 4 ó 5 página por episodio que trata de las intrascendentes aventuras de una cantinera apostada en un cuartel de las fuerzas armadas estadounidenses situado en Japón. Es evidente que el punto fuerte de la serie es el dibujo de Matt Baker que trasciende en mucho la debilidad de los guiones.
La edición de Canton Street Press no es buena. Las páginas están mal escaneadas y presentan un aspecto sucio y borroso, sin embargo contar con un libro así de la obra de Baker compensa con creces los defectos de publicación.
Julia, muerte asegurada de Giarcarlo Berardi y otros.
Esta serie no falla nunca. Cuando llevamos ya 16 historias publicadas no sólo no decae el interés sino que cada vez esperamos una nueva entrega con más impaciencia. Con tanta reseña donde el punto fuerte es el arte ahora nos centramos en el guión. Las historias están firmadas por Giancarlo Berardi con la colaboración de Maurizio Mantero y Claudia Salvatori en una de ellas. Son relatos de misterio llenos de intriga muy bien estructurados y escritos.
Una gozada que vale la pena no perderse. Es uno de estos comics que necesitas de un punto de libro para no perderse la última página leída. Imprescindible.
Salut!