miércoles, 31 de diciembre de 2014

La Canción de Tristan os desea...



Salut!

(con la ayuda del gran Darwyn Cooke y el magnífico Mike Allred)

viernes, 26 de diciembre de 2014

¡Siete años!


Hoy este blog - que es el vuestro - cumple siete años. Son muchos y en este tiempo han pasado muchas cosas. Desde la euforia del inicio y la de los tiempos expansivos de la blogosfera a la madurez de ahora con un cierto cansancio general en el universo de las bitácoras.
Particularmente puede que este año haya sido el más difícil en la trayectoria de La Canción de Tristan por mi incapacidad de encontrar el tiempo suficiente para dedicarme a postear. Pero creo que afortunadamente la famosa crisis de los 7 años se ha superado y creo que, al menos el primer trimestre del 2015, podré dar forma a las ideas que tengo en mente.
Por lo tanto sigan atentos a sus pantallas que lo mejor está por llegar... espero.

Salut! 

lunes, 22 de diciembre de 2014

¡Felices fiestas!

(Clickad en la imagen si la queréis ver más grande)

Salut!

viernes, 12 de diciembre de 2014

Los superhéroes que amo. Prólogo.


Al principio no pensaba escribir esta introducción pero entonces hipotecaba demasiado espacio del primer post de la serie por lo que al final me he decido a hacerlo.


Ésta va a ser una serie bastante larga. He previsto unas 30 entradas que abarcan un período de tiempo extenso. La idea es tratar - como indica el título - los comics de superhéroes que de una forma u otra me han marcado, los que releo a menudo; en definitiva los que más me gustan. No soy un gran aficionado al género. No sigo ninguna colección regularmente. Pero sí que me he aproximado a los comic books de enmascarados de manera habitual durante mi trayectoria de lector de tebeos. 


Si tengo que decir el primer comic de superhéroes que recuerdo haber leído podría ser un especial francés de The Amazing Spider-Man dibujado por Ross Andru - ésto lo sé ahora - donde salía el villano llamado El Buitre y donde, y ésto fue lo que me impactó en su momento, Spider-Man caía al final del primer capítulo de una altura impresionante. La primera serie regular que coleccioné diría que fue Watchmen porque me gustaron las portadas y ya más tarde en Barcelona me enganché a Los 4 Fantásticos de Byrne o a colecciones como Clásicos DC.


He querido ser muy ortodoxo con la selección y por lo tanto hay obras, colecciones, series que a pesar de compartir editorial, tener formatos idénticos y contar con los mismos artistas no son superhéroes y por lo tanto no cuentan para esta serie de entradas a pesar de que son obras que me encantan. Son por ejemplo Conan the Barbarian, The Swamp Thing de Alan Moore, Sam & Twicht, Ronin, The Tomb of Dracula, The Shadow, Howard the Duck, Tarzan de Joe Kubert... Evidentemente tampoco entran en esta lista clásicos como The Spirit o El Hombre Enmascarado a pesar de que alguna vez los he visto incluidos en diccionarios o antologías del género.


El criterio de selección es subjetivo por supuesto y no responde a ningún patrón. Hay elecciones obvias que caen por su propio peso y otras que a lo mejor no son tan tópicas. No soy fan de ninguna editorial, hay personajes que se repiten porque han tenido mucha suerte con sus equipos creativos, los formatos son muy variados y van desde etapas larguísimas a cargo de un guionista a episodios concretos o especiales fuera de la colección. Para dar algunas pistas Daredevil, Batman y El Increible Hulk son los personajes más repetidos y autores como Warren Ellis, Frank Miller o Ed Brubaker son los triunfadores pero habrá sorpresas.


De hecho la única obra que pienso dejar fuera es esta maravilla de tan solo 8 páginas titulada El uno para el otro de Bruce W. Timm y publicada en la primera serie de Batman, Black and White. La razón es obvia y es que ya está incluida en mi antología del comic breve y además podéis encontrar el enlace en el post anterior. Pero es, también, uno de los comics de superhéroes que amo.


Para ilustrar este prólogo he escogido una serie de ejemplos de obras que me parecen relevantes; algunas me gustan muchísimo, otras no tanto pero ninguna de ellas forma parte de las escogidas en estos posts.


En definitiva es, como casi siempre, una buena excusa para escribir sobre este arte que tanto nos apasiona a algunos y para recordar personajes, historias y autores que amamos tanto,
Dentro de unos días empiezo esta sección con una serie de autor... Hasta entonces.


Salut!

martes, 9 de diciembre de 2014

Master Race. Antología del comic breve (16)


Estaba tardando en incluir este relato en mi antología del comic breve. Efectivamente Master Race de Albert FeldsteinBernard Krigstein es uno de los comics cortos más importantes y de mayor importancia jamás publicados. Se ha escrito y hablado mucho sobre su argumento, sobre el arte y sobre su narrativa. El Tio Berni de la web Entrecomics nos ofrece un maravilloso artículo que nos aporta muchos detalles, testimonios de la génesis de la obra además de una disección viñeta a viñeta a cargo de John Benson, David Kasakove y Art Spiegelman. Yo quiero fijarme más en su repercusión histórica.
Precisamente Spiegelman es uno de los más claros seguidores de Krigstein. En la revista Raw se experimentó a menudo tomando como inspiración el arte del autor de EC Comics, También Jim Steranko principalmente en obras como Nick Fury, agent of Shield, At the stroke of midnight y Outland intenta, y a menudo consigue, seguir la senda del maestro. Finalmente me atrevo a añadir a Chris Ware que a pesar de su radical personalidad tiene en Bernard Krigstein uno de sus referentes. En Europa esta obra se conoció mas tarde pero también se puede notar su influencia en autores como Serge Clerc, Javier Pulido e incluso en maestros como Federico del Barrio o Carlos Giménez.
  










Master Race se publicó en la revista Impact # 01 de marzo-abril del año 1955. Aquí está incluida en el tomo 1 de La Historia de los Comics dirigida por Javier Coma en 1983 y publicada por la editorial Toutain, de donde la he tomado. Más recientemente podemos encontrar esta historia en la antología titulada Mensajes en una botella publicada por Diábolo Ediciones en diciembre del 2012 y que recopila más de 40 historias dibujadas por Bernard Krigstein a lo largo de su carrera.



Os dejo con los capítulos anteriores de esta serie por si queréis repasarlos:

01.- La soledad de las profundidades de François Boucq.
02.- Algo grotesco de Max.
03.- Noche de Carnaval de Andrea Pazienza.
04.- Sangre de dioses de Miguelanxo Prado.
05.- El uno para el otro de Bruce W. Timm.
06.- Sonata en Colt mayor por R.Goscinny y Morris.
07.- La gallina degollada por H.QuirogaC.Trillo y A.Breccia.
08.- De coca a coca y la corto porque me toca de Frank Margerin.
09.- CidOpey de Richard Corben.
10.- Encuentro nocturno por Ray Bradbury y Daniel Torres.
11.- Llámeme Joe por Tanino Liberatore.
12.- Carroñeros de Antonio Segura y José Ortiz.
13 y 14.- Especial Leopoldo Sánchez con Un monstruo en el espejo de Oscar Wilde y L.Sánchez  y As time goes by  de Antonio Segura y L.Sánchez.
15.- Legionarios del espacio de Jean-Claude Mézières.

Salut!

lunes, 1 de diciembre de 2014

Barokko; un giallo-pop molto curioso.


El callejón de No trespassing! presenta: Barokko de Paolo Bacilieri.

Una vez consultados varios manuales, éstos me confirman mi primera impresión: giallo no tiene nada que ver con el terror; es puro policíaco, thriller, extremadamente violento y estilizado. ¿Les suena? Pues Barokko es un giallo de libro.


Paolo Bacilieri nació en Verona el año 1965 y creó Barokko en 1988 al principio de su carrera para la revista Comic Art. La serie duró unos 4 años y consta de cinco episodios que llevan los siguientes títulos: Otello 9, Autopista A22, Tragicomixage, Erika! y finalmente Conad, el último y más espectacular y que en el resto del mundo se tituló Sandokan ya que Conad es la marca de una cadena de supermercados sólo conocida en Italia.

Mario Barokko, el protagonista, es un detective privado a sueldo de la agencia Grip pero ya en el segundo capítulo está en paro. Esto le hace ser blanco de variados predadores que le ofrecen asuntos de dudosa rentabilidad y escasa moralidad. Sin embargo Barokko consigue salir vivo aunque no ileso de la mayoría de estos encargos.
La serie se recrea en la descripción de los ambientes sórdidos y decadentes de una Roma casi en deconstrucción. Las calles y edificios, los polígonos, los barrios de clase alta, los suburbios todo presenta un aspecto caótico, desastroso, sucio muy del estilo impuesto por la película Blade Runner y por comics como Ranxerox de Tamburini y Liberatore. 


Uno de los aspectos más originales de la serie es su factura formal. Barokko es un cóctel muy atractivo de tendencias heterogéneas. Tiene cierto aire underground en la plasmación de los personajes secundarios y en el tratamiento del sexo y la violencia, así mismo sigue la corriente del momento y se acerca a autores como Milo Manara, Andrea Pazienza, Moebius y el citado Liberatore principalmente en el manejo de la anatomía y en el entintado expresivo y orgánico, además destaca por la barroca utilización de fondos y onomatopeyas de inspiración pop-art que le dan un aspecto visual atractivo y contundente.


También los argumentos tienen su miga. Barokko es puro hard-boiled. La violencia es explícita y va en aumento. A menudo la historia tiene el mismo ritmo que un coche desbocado y sin frenos circulando por una pendiente pronunciada. Y el resultado suele ser el mismo. Paolo Bacilieri dota a su descripción de la sociedad romana de finales de los 80 de un cinismo desaforado y de una amoralidad galopante cercanos al nihilismo.
La historia titulada Conad es un claro exponente de todo lo explicado. Y es que la enloquecida huida del asesino llamado Sandokan nos conduce hacia una orgía de balas y sangre que termina con el fugitivo encaramado en su particular cima del mundo. Un relato con connotaciones de cine negro clásico y que mucho más tarde retomaría con similitudes notables Oliver Stone en su Natural Born Killers.


Quentin Tarantino y sus acólitos tienen aquí, en Barokko, un claro referente para sus violentas, enloquecidas y excitantes películas como Reservoir Dogs o Pulp Fiction.

Paolo Bacilieri se une al no tan numeroso grupo de autores que a mediados de los 70 y durante los 80 renovaría el comic de serie negra europeo. Hablamos, claro está, de Carlos Sampayo y José Muñoz con Alack Sinner, El Cubri con Peter Parovic, Jacques Tardi con Griffu, Antonio Segura y Leo Sánchez con Bogey o Vittorio Giardino y su Sam Pezzo. Siempre bajo el poderoso influjo del maravilloso pastiche-noir creado por Dan O'Bannon y Moebius titulado The long tomorrow publicado en la revista Métal Hurlant el año 1976.


Barokko empezó su andadura en la revista italiana Comic Art # 49 publicada en noviembre de 1988. Posteriormente en Francia la editorial Casterman la publicó en un bello álbum recopilatorio que vio la luz en 1993 dentro de su colección Les Romans (A  Suivre) y finalmente en Italia Black Velvet Edizioni reprodujo fielmente este álbum en el 2004.
Aquí sólo se han publicado tres episodios - creo - en la revista El Víbora. Son en concreto Otello 9 en el # 151, Erika! en el 158 y Conad/Sandokan en los # 160 y 161-162, éste último era un número doble al ser un especial de verano.


Se trata pues de una notable serie de género negro con muchos aspectos originales y llena de momentos estimulantes que la convierten en una pequeña gema a descubrir en este país. Quien sabe y a lo mejor un día algún editor nos da una grata sorpresa... y si no por e-bay o Amazon se encuentra con relativa facilidad. Eso sí hay que dominar la lengua francesa o la italiana. No se puede tener todo.


Tengan cuidado ahí fuera.