Domingo.
Echa un vistazo a la ciudad.
¿Cómo podrías odiarla?
Está compuesta de cuatro partes tan extrañas entre sí como países con no más de una frontera común; en realidad, muchos habitantes de Isola están más familiarizados con las calles de Inglaterra o Francia que con las de Bethtown, a un tiro de piedra, pasado el rio. Y además los nativos hablan lenguas diferentes. No es extraño que el acento de Calm's Point suene tan ininteligible como los sonidos que emite un galés al hablar.
¿Como podrías odiar a esta sucia perra?
Todo son muros y paredes, vale. Presenta edificios como empalizadas del ejército levantadas a modo de protección contra una población india engañada que se ha ido hace tiempo. (...) Pero ¿cómo puedes odiar a esta coqueta lagarta de pelo que huele a humo.?
Es ruidosa y vulgar; en sus medias hay carreras y sus tacones están gastados (Puedes ganártela con una palabra amable o una mirada impúdica porque sucumbe ante las atenciones, deseando siempre gustar, ansiosa de demostrar que es tan buena como la que más.) Canta demasiado fuerte. El carmín mancha toda su cara de un desafío obsceno. Se levanta la falda o la deja caer con igual abandono, gruñe, eructa, empuja, pedorrea, se tambalea, se cae, es común, vil, traicionera, peligrosa, frágil, vulnerable, tonta, obstinada y lista y barata, pero es imposible odiarla porque cuando sale de la ducha oliendo a gasolina y a sudor y a humo y a grasa y a vino y a flores y a comida y a polvo y a muerte (no importa el alto nivel de polución), lleva puesto este descarado hedor como el más caro de los perfumes. Si has nacido en esta ciudad y te has criado en ella, conoces el hedor y te marea. No el hedor de las ciudades de medio pelo, puebluchos y villorios que se las dan de ciudades y no embaucan más que a sus propios habitantes ignorantes. Hay media docena de verdaderas ciudades en el mundo; ésta es una de ellas. (...) Para conocer una verdadera ciudad tienes que respirarla, sentirla de cerca.
Echa un vistazo a esta ciudad.
¿Cómo podrías odiarla?
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¿Cómo podrías odiarla?
Está compuesta de cuatro partes tan extrañas entre sí como países con no más de una frontera común; en realidad, muchos habitantes de Isola están más familiarizados con las calles de Inglaterra o Francia que con las de Bethtown, a un tiro de piedra, pasado el rio. Y además los nativos hablan lenguas diferentes. No es extraño que el acento de Calm's Point suene tan ininteligible como los sonidos que emite un galés al hablar.
¿Como podrías odiar a esta sucia perra?
Todo son muros y paredes, vale. Presenta edificios como empalizadas del ejército levantadas a modo de protección contra una población india engañada que se ha ido hace tiempo. (...) Pero ¿cómo puedes odiar a esta coqueta lagarta de pelo que huele a humo.?
Es ruidosa y vulgar; en sus medias hay carreras y sus tacones están gastados (Puedes ganártela con una palabra amable o una mirada impúdica porque sucumbe ante las atenciones, deseando siempre gustar, ansiosa de demostrar que es tan buena como la que más.) Canta demasiado fuerte. El carmín mancha toda su cara de un desafío obsceno. Se levanta la falda o la deja caer con igual abandono, gruñe, eructa, empuja, pedorrea, se tambalea, se cae, es común, vil, traicionera, peligrosa, frágil, vulnerable, tonta, obstinada y lista y barata, pero es imposible odiarla porque cuando sale de la ducha oliendo a gasolina y a sudor y a humo y a grasa y a vino y a flores y a comida y a polvo y a muerte (no importa el alto nivel de polución), lleva puesto este descarado hedor como el más caro de los perfumes. Si has nacido en esta ciudad y te has criado en ella, conoces el hedor y te marea. No el hedor de las ciudades de medio pelo, puebluchos y villorios que se las dan de ciudades y no embaucan más que a sus propios habitantes ignorantes. Hay media docena de verdaderas ciudades en el mundo; ésta es una de ellas. (...) Para conocer una verdadera ciudad tienes que respirarla, sentirla de cerca.
Echa un vistazo a esta ciudad.
¿Cómo podrías odiarla?
Ed McBain. (1926-2005)
"Ojo con el sordo". 1973
RBA serie negra.
Traducción: Cristina Andreu.
"Ojo con el sordo". 1973
RBA serie negra.
Traducción: Cristina Andreu.
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