François Boucq es uno de los autores franceses más originales que ejercen en la actualidad. Para los que lo conocen sólo por Bouncer, la serie del oeste guionizada por Alejandro Jodorowski, hay que recordar que empezó su carrera como autor completo realizando álbumes como los protagonizados por Jerónimo Puchero o Los pioneros de la aventura humana. Precisamente a este álbum pertenece el relato breve que lleva por título La soledad de las profundidades, una historia cruel que ilustra ejemplarmente el uso del monólogo interior en la historieta. Este recurso narrativo, que Boucq usó frecuentemente pero con los diálogos dichos en voz alta, se adapta aquí al medio escogido para ilustrar brutalmente la mente torturada del protagonista.
Con esta entrada doy por inaugurada la serie que pretende - en la medida de mis posibilidades - reunir lo mejor de la historieta breve jamás publicada. Éste es un género que floreció en varias épocas; los años cuarenta y cincuenta con el florecimiento de los comic books norteamericanos y luego en las décadas de los setenta y ochenta en Europa con la expansión de las revistas de comic. Continuará.
Salut!
5 comentarios:
Hola,
Efectivamente este álbum tiene muy buenas historias.Aún me acuerda de la del beso, que me daba hasta nauseas de lo cercano que era......
salvador
Salvador,
la del beso es otra de sus obras maestras, junto a la clase de artes marciales y líneas cinéticas estilo manga. Boucq era un maestro del relato breve.
Saludos.
Muy buena entrada, Boucq es un maestro de todo en el cómic. Recuerdo perseguir los cimoc de segunda mano para tratar de encontrar sus historias
En historias cortas la mía favorita es una de las Historias Negras del tandem Abulí-Bernet, la titulada "Si supieras qué pasó luego..." una joya.
FeR
FeR,
No recuerdo la historia de Abulí/Bernet pero el álbum lo leí en su momento. Investigaré ya que este tándem siempre está a gran altura. Me alegro que te haya gustado la entrada, Boucq es un maestro y no sólo del relato corto... en Bouncer por ejemplo se sale al dibujo.
Saludos.
Muy buena historia. Me gusta que en la primera página haya una monotonía en la disposición de las viñetas, y cómo el protagonista hace un acto horrible para cortar con esa monotonía. Como él dice, cumple con su trabajo como el mejor, recibiendo aumentos salariales, la gratitud de sus superiores y ascensos. Pero eso no es suficiente. Él se siente solo y está dispuesto a cambiar eso.
Creo que la obra hace una alusión al hombre en la modernidad. Trabaja hasta el hartazgo solo para seguir trabajando, nunca para lograr la satisfacción personal. Está rodeado de gente pero a la vez se siente solo, y hasta su forma es diferente a la del resto (obviamente por sus condiciones laborales, pero también por su alienación).
En definitiva ese acto de crueldad es para dejar de estar solo, pero esa última viñeta me da dos conclusiones:
La primera es que el cuerpo está muerto. Es una compañía sin vida, pero el alma del protagonista tampoco la tiene. Es un ser vivo solo porque se puede mover y puede pensar, pero muerto por dentro.
La segunda es que el vientre de la mujer está hinchado, haciendo alusión a lo que decía el protagonista al inicio: "El hombre crea, la mujer procrea". Más allá de que la mujer no esté embarazada realmente, esa última imagen remite a esto, y por supuesto a la idea que tiene de los dos sexos el protagonista.
No solo quiere dejar de estar solo, quiere conformar una familia, conseguir "algo" de normalidad, aunque esa normalidad sea artificial, sea "creada". En el mundo moderno, la normalidad de las cosas es artificial.
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