Ya lo explicaba aquí; Johnny Hazard era una serie monumental y lo fue por momentos como éste entre muchos otros.
Esta secuencia está incluida en las tiras diarias. El protagonista, una vez acabada la II Guerra Mundial hace 7 años, vagabundea por el mundo y aterriza en París. Allí decide tomarse una tarde libre y hacer el turista pero con Frank Robbins los planes sencillos siempre suelen torcerse...
La strip lejos de ser una más de las herederas de Scorchy Smith tenía personalidad propia. Robbins trabajaba con dos líneas argumentales; la de las páginas dominicales y la de las tiras diarias. Las sundays se localizaban en paisajes más exóticos, estaban más enfocadas en la aventura en cambio las dailies, por esta época, se centraban más en el thriller con ambientación más occidental, en concreto europea: París, Londres, Roma... Son las estas últimas las que, a mi gusto, sitúan de forma definitiva la serie como una de las más grandes de la historia.
El portentoso talento gráfico-narrativo de Robbins se vuelca aquí en describir el ambiente de París, en resaltar la joie de vivre que siente el protagonista para que el contraste con la irrupción del elemento criminal sea más impactante. Dos aspectos más destacan de esta secuencia, el primero la prodigiosa manera de ilustrar el paso del tiempo; la escena se inicia en un momento luminoso del día para acabar en la negra noche parisina y sólo tenemos como referencia la luz pero sabemos instintivamente en todo momento en que hora transcurre la acción gracias a un impecable uso de las sombras. El entintado de Robbins es de los más grandes del medio y aquí lo podemos apreciar a pesar de la deficiente calidad de la edición de Buru Lan. El otro aspecto es el que quizás más define a Frank Robbins y es el uso de la localización para imprimir realismo a las escenas. El paisaje y el mobiliario urbano (plazas, monumentos, terrazas de bar, estaciones de metro, puentes...) son elementos reconocibles e indispensables para el transcurso de la historia que la convierten en algo más cercano y al mismo tiempo más excitante. Robbins, como Alfred Hitchcock y Fritz Lang, sienta las bases del thriller moderno.
No por repetido es menos necesario. Es urgente una edición integral en castellano y en condiciones de este clásico de la cultura popular norteamericana del siglo XX.
Salut!
11 comentarios:
Me apunto a la petición...
¿Podría decirse que Robbins, en tiras tan magníficas como estas, superó a su maestro Caniff?... ¿Que opinas?
Saludos.
Mo,
interesante pregunta.
En trascendencia histórica, no. Pero en calidad artística lo podríamos dejar en un empate con momentos sublimes de ambos autores. Luego están los gustos. Yo me inclino por Robbins... Y tú?
Saludos.
No os molestéis,a los editores españoles no les interesan los clásicos.
Anónimo,
no es molestía... creo que somos más felices que la mayoría de editores españoles. Al menos yo hablando de Robbins lo soy, imagina lo que podrían serlo ellos editándolo.
Eso que se pierden.
Saludos.
Pues yo casi que me quedo con el mejor Frank Robbins; igual de maestro en las manchas y las sombras y a la vez con un dominio del dinamismo y la sensación de movimiento prácticamente sin parangón en la historia del cómic. Un genio, vaya.
Saludos.
Para estas ediciones al final uno tiene que tirar del mercado USA, donde si que están haciendo una correcta edición.
Parece ser que la nueva edición de J.Hazzard es libro pequeño, pero la tira grande…(a lo Terry y los Piratas planetoide, vaya).
Yo tengo el primer volumen de Steve Canyon, y es una edición esplendida.
Salvador
Salvador,
si te refieres a la edición de Hermes Press me parece una estafa. Es un formato muy reducido, dos tiras por página, sin ningún texto digno de acompañamiento y a un precio desorbitado. En cambio la edición de Steve Canyon de IDW es espléndida, mejor incluso que la que hizo de Terry and the Pirates... Personalmente sólo he comprado el primer volumen de Canyon porque la serie en sí me parece mucho más floja que Terry o Johnny Hazard pero la edición es muy recomendable para quien le guste esta serie.
Saludos.
Mo,
pienso lo mismo aunque hay momentos de Terry and the Pirates simplemente insuperables. En cuanto a Canyon, como explico en la anterior respesta me interesa el primer año luego la serie para mi gusto flojea demasiado.
Saludos
Los dos autores son unos maestros. Sobre a la edición de “IDW” de Steve Canyon es una pasada, tanto las tiras en b/n como la reproducción de las paginas a color una, maravilla, en esta edición se han superado.
Un saludo
De nuevo nos sorprendes con unas maravillosas viñetas de uno de los más grandes.
Reconozco que yo prefiero a Robbins. Y su Johnny Hazard me gusta más que Terry y los piratas. Pero, desde luego, es cuestión de gustos, porque la grandeza de Caniff es indiscutible por muchas razones.
Sería fantástico que publicaran aquí en condiciones esta maravillosa obra.
Saludos
Francisco,
completamente de acuerdo la de IDW es una edición casi perfecta.
Jesús
Serrat cantaba: ·sería fantàstic que anés equivocat i que el water no fos ocupat..." pues creo que el váter va a seguir ocupado mucho tiempo, por desgracia.
Saludos
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