Final del fin de semana de la nostalgia y último post dedicado a los 15 comics imprescindibles de mi infancia como propusieron
Bruce y
Mo Sweat en sus blogs.
11.
Uncanny X-men #95 de
Chris Claremont y
David Cockrum.También lo leí en francés, en un viaje que hice a Paris. Es el primer comic de superhéroes que recuerdo. Mucho color, luchas tremendas, unos malos (los ani-man) con caras de animales y uno de los buenos se muere al final. La bomba.

12.
La Oreja Rota de
Hergé y equipo.
No es el mejor Tintín pero es el primero que leí y que me convirtió en un fan del personaje y más tarde de los autores. Luego vendrían El Loto Azul, El Cangrejo de las Pinzas de Oro... pero La Oreja Rota fue el primero.

13.
Mafalda de
Quino.
Como me reí (y me rio) con Mafalda. Que crack este Quino. En casa de mi tia Mari, en Barcelona, devoraba los tomitos apaisados de Mafalda y sus amigos. Creo que los editó Lumen en aquella época. Que tiempos. La tira que ilustra este post sigue siendo una de las reflexiones más profundas, lúcidas y válidas que se han hecho nunca en los comics sobre la política mundial.

14.
Tarzan de
Russ Manning.Los álbumes que yo leía eran en blanco y negro pero la magia era la misma. Aventura, fantasía, unas historias maravillosas, unos dibujos de infarto. Un comic que disfruté a los 12 años y que disfrutaré a los 90. No entiendo como no se publica de nuevo aquí. En color y cronológicamente tanto las sundays, las dailies como los comic books, seguro que se venderían como rosquillas. Es increible.

15.
The Spirit de
Will Eisner y equipo.
Cuando descubrí las revistas de The Spirit que editaba Garbo se acabó todo. Era, es y será el mejor de todos y a los catorce es una maravilla entrar en Central City y descubrir el mundo de Denny Colt, del Comisario Dolan, de Ellen Dolan, de P'Gell, de Sand Saref, de Octopus de... y maldita falta nos hacía una película para disfrutar del genio de los que hicieron la mejor serie de todos los tiempos. Aquí publicada en blanco y negro pero con cariño y las páginas centrales recoloreadas por Corben, ahí es nada.
Y se acabó; se han quedado fuera revistas como El Globo, Zeppelín o Totem, comics como el Amazing Spider-man #92 (el de Sam Bullit y el Hombre de Hielo) que aún ahora me parece el paradigma de los comics de superhéroes o ediciones de clásicos de Burulan como la de Flash Gordon de Raymond y de Barry o El Príncipe Valiente, por ejemplo.
Estos son mis comics imprescindibles de la infancia. Ahora sólo me queda ver los vuestros.