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jueves, 23 de octubre de 2008

La muerte de Raven Sherman.


La muerte más importante de la historia de los comics posiblemente no sea la de Gwen Stacy en The Amazing Spider-Man #121, ni la de Superman de los ochenta; la muerte más importante en los tebeos seguramente es la de Raven Sherman en la serie para la prensa Terry and the Pirates de Milton Caniff.
Esta serie norteamericana narraba los avatares de un grupo de viajeros yanquis en China antes de la Segunda Guerra Mundial. Al principio fue una simple strip de aventuras exóticas pero poco a poco su autor intentó implicar con su obra a la sociedad estadounidense en el conflicto mundial que había estallado en Europa y Asia.
Los Estados Unidos de América eran en 1941, un pueblo dividido entre los intervencionistas y los no intervencionistas. Con la muerte de este personaje secundario Milton Caniff consiguió conmocionar a sus lectores y crear una corriente de opinión favorable a la intervención en el conflicto armado dos meses antes del bombardeo de Pearl Harbour.
Raven Sherman una cooperante (como se diría ahora) perteneciente a una familia rica es alcanzada por un disparo de un aliado de los japoneses en medio de una persecución por carreteras chinas. Su agonía y posterior muerte en una inhóspita planicie se prolonga durante dos semanas de tiras diarias y páginas dominicales de un nivel insuperable. Terry Lee, el protagonista de la serie, y Dude Hennick, enamorado de ella, la enterraran antes de partir hacia nuevos destinos. Milton Caniff fue literalmente enterrado por cartas de pésame y protesta por la muerte de su personaje. Algunos periódicos elevaron este suceso a noticia de primera plana.
Una vez su país entró en la guerra el autor convirtió la serie en un diario realista de los combatientes americanos en el Pacífico pero fue la muerte de Raven Sherman la que marcó el final de la inocencia en los comics de prensa americanos.
Releyendo el #4 de la fabulosa reedición de Terry and the Pirates que IDW está publicando he vuelto a recordar todos estos acontecimientos que tan bien relata Javier Coma en su libro Cuando la inocencia murió; y sin embargo, disfrutada ahora, esta obra es también el relato de unas gentes libres, honestas y valientes que se implican en los desastres de su tiempo y que poco a poco van perdiendo su ingenuidad a medida que van creciendo. Es por lo tanto una obra universal.
La edición de IDW Publishing merece un comentario a parte. Para mí es el paradigma de una buena edición. Cuida los originales, el formato es el adecuado ya que compagina el B/N de las tiras diarias con el color de las sundays y está llena de artículos de complemento e ilustraciones. Una gozada.
Como dudo que se publique pronto aquí, un consejo: háganse con la edición americana y aprovechen el cambio favorable con el dólar. No se arrepentirán.

martes, 14 de octubre de 2008

Conan después de Bêlit.



El mercado de comic español es un ente con fenómenos algo extraños.
Uno de estos fenómenos especiales era que, inevitablemente, por muchas veces que se reeditara Conan el Bárbaro, sea cual fuere la colección o formato en que se presentara al lector, nunca se iría más allá del número 100 titulado Muerte en la Costa Negra. No fallaba después de la muerte de Bêlit, inexorablemente, le sucedía la muerte de la colección dejando al seguidor del cimerio huérfano de los episodios siguientes.

Sin embargo en Las Crónicas de Conan por fín se han publicado algunos de estos episodios. El tomo 13 de esta colección incluye los números del 101 al 107 (con el añadido del 92 por ser un fill-in fuera de la continuidad) y parece ser que continuarán hasta el abandono de la serie por su guionista Roy Thomas allà por el número 115.
Y es una alegría porque son unas historias espléndidas que se centran en el vagabundear de Conan por las tierras llamadas genéricamente los Reinos Negros y por Kush y Estigia. El equipo creativo es el que ha permanecido en la serie casi 50 episodios (Roy Thomas a los guiones, John Buscema a los lápices y Ernie Chan entintando) y se nota que dominan a la perfección todos los mecanismos para plasmar la biografía del personaje y su entorno.

En este tomo nos encontramos a un Conan "viudo" que intenta seguir adelante y se incorpora a su manera a la tribu de los Bamulas para hacerlos más fuertes que nunca. También nos encontramos con los consabidos monstruos sobrenaturales y las mujeres absolutamente fantásticas que sin embargo no hacen mella en un cimerio algo deprimido. Eso sí, los enemigos hacen reaccionar a nuestro bárbaro amigo como nos tiene acostumbrados destacando entre todos el guerrero llamado Yorubo que se convierte en un "enemigo instantáneo" (usando la denominación de Ross MacDonald) o en palabras de Roy Thomas:
"Hay hombres que, cuando se encuentran por primera vez, al instante se reconocen como enemigos naturales... Enemigos natos cuyo destino inevitable es enfrentarse, ya sea antes o después. En Yorubo, Conan ha reconocido a esta clase de enemigo... y el guerrero negro le devuelve instintivamente el favor". El hecho que Conan esté atado como un cordero no le quita fiereza al encuentro.
Y es que ésta es otra de las características de esta etapa de Conan: aventuras llenas de reflexiones filosóficas de Thomas que llenan la página pero que no entorpecen el disfrute de la obra, al revés la enriquecen. John Buscema sigue maravillando al lector con su dominio de la narrativa y de la anatomía humana y Ernie Chan dota de corporeidad al universo fantástico de Robert E. Howard de una manera que parece casi documental.
Podemos alegar que posiblemente se percibe un ligero cansancio en este equipo creativo pero la verdad es que se nota muy poco. Es posible que vayan a piñón fijo pero le dan mil vueltas a entusiastas creadores que vendrán en el futuro.
El recoloreado es bastante malo pero no empeora el color original, al menos el que nos ha llegado aquí en anteriores ediciones, por lo que no supone una molestia importante.

Celebremos, pues, que una maldición legendaria de nuestro mercado comiquero haya caido como caen los enemigos de Conan el Barbaro en sus batallas y que podamos disfrutar de sus aventuras más allá de la desgraciada y conocida muerte de la reina de la Costa Negra, Bêlit, que por lo parece tenía a más de un desconsolado admirador entre nuestras editoriales.

Las Crónicas de Conan #13. Las Sombras Susurrantes.
Guión: Roy Thomas. Dibujo: John Buscema, Ernie Chan...
Planeta deAgostini. 15€

martes, 7 de octubre de 2008

El festival de Sitges, 2008. Y la nave fantástica se hunde.


Dejadme hacer un pequeño off topic:

Estos días estoy cubriendo como reportero, para los informativos de TV3, el Festival Internacional de Cine de Catalunya 2008 (más conocido como el Festival de Cine Fantastico de Sitges). Ya lo hice hace unos años y la vuelta no ha podido ser más traumática. Estoy viendo que esta nave se hunde, no sé si por la crisis económica o por la del propio festival. No tienen prácticamente a nadie digno de recordar como invitado, las películas son muy flojas, la organización es tan criminal que en lugar de informar de un festival de cine tienes que luchar contra él, etc.
A lo mejor sería más útil y provechoso para el contribuyente catalán que Barcelona tuviera un gran festival como San Sebastián y dejar a Sitges la organización de un festival menor para especialistas y freakies del género fantástico y de terror. Sería más útil, provechoso y también más barato porque este descontrol nos está costando una pasta...