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viernes, 28 de septiembre de 2012

Steve Gan o la leyenda del entintador enamorado. Leyendas de Conan (coda final)


Andan Jesús Duce y Emilio Gil, en su imprescindible blog Pecios, a vueltas con el trazo de John Buscema. Están colgando maravillosos bocetos y estudios preliminares de páginas o personajes que el dibujante de Conan hacía para preparar sus dibujos. Y leyendo los comentarios sobre ellos de aficionados y profesionales que no paran de alabar el trabajo de Big John he recordado una maravillosa historia que explica Roy Thomas en sus textos titulados Conan the marvelous, la desconocida historia de Conan el bárbaro que realizó para la edición de Conan el bárbaro de Forum de finales de los 90.


La colección se encaminaba con paso firme hacía una etapa histórica y tras varios números dibujados por John Buscema con entintadores como Pablo Marcos, Dick Giordano o Tom Palmer, el #57 - titulado ¡Incidente en Argos! - fue dibujado y entintado en su integridad por Mike Plogg.
Para encarar la historia del encuentro entre Conan y Belit prevista para el #58 el guionista/editor Roy Thomas suspiraba con tener un equipo creativo estable y en concreto sufría por el constante baile de entintadores. Para remediarlo contactó con Tony DeZuñiga que estaba realizando un espléndido entintado en La Espada Salvaje de Conan pero éste saturado de trabajo le ofreció la colaboración de un dibujante joven de Filipinas que representaba su mujer Mary DeZuñiga. El elegido fue Steve Gan y empezó en la historia ¡La reina de la Costa Negra! siendo presentado de manera bastante espectacular como se puede ver en la muestra parcial de la página 1 que podéis ver abajo.


Roy Thomas explica así su decisión de contratar a Gan en el texto del #59 de septiembre de 2000 de la colección española editada por Forum:
"Probablemente [Mary y Tony DeZuñiga] nos mandaran muestras de su trabajo, y es muy posible que que la elección final dependiera de mí. Steve Gan (con el que, lamento decirlo, jamás me encontré ni hablé personalmente) combinaba dos cualidades que yo siempre había buscado en el entintador de Buscema/Conan, muy especialmente para el comic a color: un sentido de fuerza en su línea de entintado y buen sentido al completar los lápices de Buscema, para que el comic tuviera ese toque de ilustración artística que el lector esperaba de las historias de Conan".
Y efectivamente el aspecto visual del Conan the Barbarian #58 (en la colección de Forum iban un número adelantados) es espectacular muy adecuado para la historia que contaban.


Así pues nos encontamos por fin con un equipo artístico estable para la colección a color de Conan que emprende una etapa decisiva y emocionante que acabaría durando tres años y medio. Todo iba bien ¿Seguro? Al principio si y Thomas, Buscema y Gan narran el origen de Belit y luego el enfrentamiento de éstos con el legendario Amra. Pero los problemas aparecieron al llegar el #64 titulado ¡Los demonios de la serpiente emplumada!  Creo que el propio Thomas lo explica mejor que nadie en el texto del #65 de la colección de Forum:
"Quise adaptar uno de los relatos de Robert E.Howard no protagonizados por Conan, "The thunder rider", como base para una aventura del espadachín cimmerio. Baste con decir que John Buscema se encargó del dibujo a lápiz completo  de este episodio y realizó un trabajo especialmente impactante. Tal y como habíamos hecho con todos los números anteriores, enviamos los originales a las Filipinas, casi al otro lado del mundo, al estudio de los DeZuñiga, quienes, como de costumbre, los entregaron al entintador Steve Gan. Y, si no recuerdo mal, fue entonces cuando empezaron los problemas". 


Cuando se acercaba la fecha de entrega de los originales entintados, Mary DeZuñiga le envió una nota a Thomas diciéndole que Gan se negaba a entregar las páginas. Dice Thomas.
"Nos dijo que Steve Gan se había enamorado del dibujo a lapiz de John y que se negaba por igual a entintarlo y a devolverlo a los DeZuñiga. Se había puesto a calcar los lápices en tinta. Pero este procedimiento era mucho más lento y el dibujo no llegaría a tiempo. (...) ¿Un entintador al que le gusta tanto el dibujo a lápiz que lo calca entero para poder conservarlo?".
Evidentemente se planteaban varios problemas pero el más acuciante era resolver qué material llevaría el #64 de la colección. Finalmente decidieron reimprimir y colorear un episodio en blanco y negro titulado El secreto del Rio Calavera dibujado por Jim Starlin, entintado por Al Migrom y publicado en Savage Tales #5 en julio de 1974. Por eso el comic book publicado en julio de 1976 tiene un título en portada y una historia con otro título en el interior.


Una vez resuelto el problema de los plazos de entrega, se trataba de seguir con la continuidad de la serie. El primer paso era recuperar los originales. Aquí Roy Thomas como buen fabulador le añade algo de salsa a la historia:
"Por lo que Mary y Tony DeZuñiga me contaron más tarde (y no olvidéis que sólo conocemos la versión de una de las partes implicadas), acabaron por enviar a dos sujetos de su estudio a casa de Steve Gan, para que recobrasen las páginas a lápiz y convencer a Steve que se olvidase de su idea de calcarlas para así poder mandarnos una versión entintada sin estropear el dibujo a lápiz original.
Sé que las Filipinas, al menos en la zona de Manila, eran un país moderno y urbanizado ya en 1976. Pero no he podido borrar de mi mente la imagen de un par de musculosos filipinos, machete en mano, abriéndose paso por la jungla hasta la aislada cabaña de Steve Gan. No sé que ocurrió exactamente. Tengo la esperanza de conocer algún día a Steve Gan y oír su versión de los hechos. Era muy buen entintador y me supo mal tener que prescindir de él en circunstancias tan extrañas".


El #65 lo acabaría The Tribe que era el nombre escogido por el estudio de los DeZuñiga para firmar sus trabajos a tinta. Curiosamente tras varios números de probaturas donde el entintado pasó por varias manos en enero de 1977 otro filipino, Ernie Chan, debutaría en esta labor para quedarse por mucho tiempo. Chan demostró profesionalidad y no consta que causara problemas. Del enamorado Steve Gan poco más se supo. No sé si Thomas ha conseguido hablar con él. Lo que está claro es que su admiración al trabajo del dibujante americano le causó un daño profesional irreparable aunque más tarde entrase en la leyenda de la saga cimmeria como el hombre que amó el arte de John Buscema.


Salut!

11 comentarios:

Jesús Duce dijo...

Qué historia más maravillosa, Tristán. Es realmente emocionante. Muy bonita.
Todo un hallazgo que debemos agradecerte.

Son historias que revelan lo que a veces no parece que queramos reconocer: ¡la genialidad de un artista!

tristan dijo...

Jesús,

de acuerdo contigo y también muestra esta historia las dificultades que muchos artistas tienen para encajar en una industria que, ccmo la justicia, es ciega.

Saludos.

Mo Sweat dijo...

Una historia tremenda, que además desconocía...

Y después de ese episodio ¿no se vieron más trabajos de Gan? Yo le recuerdo alguna cosilla puntual, como alguna historia de Ka-Zar para Savage Tales, pero no se si era anterior o posterior cronológicamente.

Saludos.

tristan dijo...

Mo,

siguió trabajando en Filipinas más centrado en la ilustración y la animación.

Saludos.

Francisco Alaminos dijo...

Interesante historia que desconocía.
Efectivamente la justicia es ciega y a veces quita oportunidades y su pequeño hueco a verdaderos talentos, mientras otros menos dotados tienen un gran lugar en la industria del cómics.

Jaime Sirvent dijo...

Preciosa historia sin duda.

Una pregunta, este Steve Gan es el mismo que dibujó los primeros episodios de Starlord con guiones de Englehart?, saludos.

tristan dijo...

Francisco,

Gan pagó caro su amor al arte, si señor.

Jaime,

en Marvel hizo Starlord, Drácula, Skull y The Slayer. Supongo que son encargos conseguidos a través de la agencia de los DeZuñiga y no sé si son anteriores o posteriores a esta historia pero intuyo que son anteriores.

Saludos a los dos.

BIG BANG COMICS dijo...

Buscema se tuvo que quedar con las ganas de conocerlo. Yo lo habría contratado. Solo alguien como el podía entintar los lápices de Buscema.

tristan dijo...

Emilio,

tienes razón sin embargo en las grandes editoriales importaban más los plazos de entrega que la calidad artística. El mismo Thomas en sus textos refleja la angustia de editar un comic book mensual. Aunque para ser justos, lidiar con ciertos artistas también debía ser tremendo...

Saludos.

kraustex dijo...

Perdón, borrad el último mensaje, que soy yo, no un "anónimo" ;)


https://www.facebook.com/kraustex/media_set?set=a.4757749267890.2192717.1420007345&type=3

sanchis dijo...

Leo y releo ésta entrada pues me parece una historia preciosa.Además yo me enamoré de Bellit en ése cómic que todavía conservo. Una lástima pues Gan era superior a Chan, para mí junto a Palmer quien mas respetó el dibujo de Buscema