La muerte más importante de la historia de los comics posiblemente no sea la de Gwen Stacy en The Amazing Spider-Man #121, ni la de Superman de los ochenta; la muerte más importante en los tebeos seguramente es la de Raven Sherman en la serie para la prensa Terry and the Pirates de Milton Caniff.
Esta serie norteamericana narraba los avatares de un grupo de viajeros yanquis en China antes de la Segunda Guerra Mundial. Al principio fue una simple strip de aventuras exóticas pero poco a poco su autor intentó implicar con su obra a la sociedad estadounidense en el conflicto mundial que había estallado en Europa y Asia.
Esta serie norteamericana narraba los avatares de un grupo de viajeros yanquis en China antes de la Segunda Guerra Mundial. Al principio fue una simple strip de aventuras exóticas pero poco a poco su autor intentó implicar con su obra a la sociedad estadounidense en el conflicto mundial que había estallado en Europa y Asia.
Los Estados Unidos de América eran en 1941, un pueblo dividido entre los intervencionistas y los no intervencionistas. Con la muerte de este personaje secundario Milton Caniff consiguió conmocionar a sus lectores y crear una corriente de opinión favorable a la intervención en el conflicto armado dos meses antes del bombardeo de Pearl Harbour.
Raven Sherman una cooperante (como se diría ahora) perteneciente a una familia rica es alcanzada por un disparo de un aliado de los japoneses en medio de una persecución por carreteras chinas. Su agonía y posterior muerte en una inhóspita planicie se prolonga durante dos semanas de tiras diarias y páginas dominicales de un nivel insuperable. Terry Lee, el protagonista de la serie, y Dude Hennick, enamorado de ella, la enterraran antes de partir hacia nuevos destinos. Milton Caniff fue literalmente enterrado por cartas de pésame y protesta por la muerte de su personaje. Algunos periódicos elevaron este suceso a noticia de primera plana.
Una vez su país entró en la guerra el autor convirtió la serie en un diario realista de los combatientes americanos en el Pacífico pero fue la muerte de Raven Sherman la que marcó el final de la inocencia en los comics de prensa americanos.
Releyendo el #4 de la fabulosa reedición de Terry and the Pirates que IDW está publicando he vuelto a recordar todos estos acontecimientos que tan bien relata Javier Coma en su libro Cuando la inocencia murió; y sin embargo, disfrutada ahora, esta obra es también el relato de unas gentes libres, honestas y valientes que se implican en los desastres de su tiempo y que poco a poco van perdiendo su ingenuidad a medida que van creciendo. Es por lo tanto una obra universal.
La edición de IDW Publishing merece un comentario a parte. Para mí es el paradigma de una buena edición. Cuida los originales, el formato es el adecuado ya que compagina el B/N de las tiras diarias con el color de las sundays y está llena de artículos de complemento e ilustraciones. Una gozada.
Como dudo que se publique pronto aquí, un consejo: háganse con la edición americana y aprovechen el cambio favorable con el dólar. No se arrepentirán.
16 comentarios:
Magnífico el artículo. Y decir algo de esta tira a estas alturas ya es dificil. Muy bueno.
La edición de Planeta me ha parecido decepcionante. ¿Por cuanto sale la compra de esta otra edición?
Un abrazo.
Unos 40€ por tomo depende de la fluctuación del cambio. Cada uno comprende unos 2 años de serie por lo que calculo que son 6 ó 7 tomos.
Actualmente van por el #4, en el 5º está la famosa sunday del discurso de Flip Corkin.
Saludos.
A mí lo que me frena es el tema del inglés que intuyo bastante complicado de seguir al usar muchos coloquialismos y giros anticuados. Aunque por lo que he podido ver la reproducción es espectacular. Temo que no la veremos en España y tendremos que aguantar las fotocopias de Planeta.
La muerte de Raven es de una fuerza dramática tremenda y probablemente la muerte más importante en la historia del cómic ya que, al contrario que las que mencionas, no tuvo marcha atrás y fue definitiva.
Además releyendo tu artículo y recordando el argumento te das cuenta que la sabiduria de Carniff cuyo tratamiento de la muerte de cooperantes en un escenario bélico ocupado sea tristemente válido y actual para nuestros días (trasladas la historia de China a Afgánistán y te encuentras con noticias de ese estilo todos los meses).
Gran entrada.
Impacientes Saludos.
Un memomento realmente extraordinario de esta historia es cuando Terry decide dejar a Dude a solas velando la tumba de Raven Sherman e inicia la marcha de regreso lentamente para esperar a su compañero. Cuando éste llega a su altura se ponen a hablar de la liga de beisbol. Ni una palabra sentimental, ni un discurso baldío. Todo se entiende sin palabras huecas.
Milton Caniff demuestra que es un enorme narrador.
Queria decir: "un momento...".
Hermosa y memorable entrada, amigo Tristán.
Gracias a todos.
Yo me he conformado -economía obliga- con la, si no otra cosa, económica edición de Planeta... Que bueno, tampoco me parece tan mal (seguro que leerla en su día, en páginas de papel de diario, era algo peor ;) ). Pero lo importante no es la edición, es la maravillosa obra maestra de Caniff: qué monstruo, el hombre, y qué necesario para entender a tantos y tantos artistas que han venido después... Voy leyendo poco a poco, y les aseguro que disfruto cada viñeta...
Dicen que lo bueno es en emigo de lo posible. Si hubiera que optar entre una edición popular o ninguna, está clara la eleción. Y la gente de Planeta han dado frecuentes muestras de pragmatismo en este sentido. Lo primero es formar cantera, lo demás es secundario.
Estoy de acuerdo con un matíz: a veces estas ediciones "populares" me producen la impresión de una oportunidad perdida porque dudo que otro editor se decida a publicar la obra correctamente en muchos años.
Lo que está claro es que si no hay otra edición lo mejor es difrutar de la obra.
Otra idea sería que las bibliotecas públicas se decidieran a comprar las ediciones originales que respetan la obra íntegramente para que todos las disfrutemos y de paso fomentar la lectura en inglés o francés de la gente joven.
Las ediciones populares no están mal. Son ideales para formar lectores y para quien quiera pueda tener acceso a los tebeos en función a sus posibilidades económicas. Sin embargo, lo ideal es que hubiera diversas ediciones de una obra clásica siempre en el mercado. Lo malo es cuando no se perimte esa coexistencia de ediciones, como fue el caso del "Principe Valiente" y la edición de Caldas.
Yo también tengo el Terry de Planeta pero soy consciente como creo que todos de sus limitaciones y pienso que con un poco más de esfuerzo se podría haber hecho una edición bastante mejor (la de Rip Kirby, por ejemplo).
Impacientes Saludos.
La edición de Rip Kirby es bastante digna, como las de Modesty Blaise, James Bond o Locas por ejemplo.
Lo de Príncipe Valiente es otro tema que ya hemos comentado otras veces. Una auténtica verguenza mucho más si hacemos caso a su traductor, Rafael Marín, que explica el poco respeto que tiene la editorial americana (mejor dicho syndicate) con la serie. Lo podéis leer en su blog: http://crisei.blogalia.com/historias/60314
Creo que falta mucho rigor y amor a los tebeos en las editoriales españolas. Esperemos que la situación cambie y podamos ver las enormes lagunas que tiene nuestro panorama editorial. Algunos ejemplos. No hay una edición digna de Terry and the Pirates, Johnny Hazard, Little Nemo, la obra de Harvey Kurtzman, los tebeos de E.C., On Stage, Jeff Hawke, Ken Parker, Spirou, Amargo, Flash Gordon de Dan Barry... En fin que queda mucho camino por recorrer.
"...podamos ver las enormes lagunas" quería decir: ...podamos LLENAR las...
No quiero dar a entender que todo lo de fuera es maravilloso hay algunos errores, por ejemplo la edición de On Stage de Classic Comics Press que publica la serie con las páginas dominicales en B/N, una auténtica lástima. Pero sí que el panorama es mucho más coherente y respetuoso en los Estados Unidos, Francia incluso en Italia.
En fin supongo que también consiste en apoyar como compradores las buenas iniciativas y castigar los errores para que las editoriales tomen nota.
Qué blog más chulo, tío..
¡link al canto!
Lo mismo digo.
Da la sensación que muchas editoriales no valoran los cómics más allá de su valor comercial e ignoran su condición en muchos casos de obras de arte.
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