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Un Dan O'Bannon aburrido en Paris le propuso a Jean Giraud alla por 1975 que se encargara de dibujar un guión suyo titulado The Long Tomorrow. Giraud comenta que el norteamericano le entregó, a parte del guión, un story-board completo tan bien dibujado que al francés le gustaría ver algún día un libro editado con las dos versiones. Jean Giraud (a partir de ahora Moebius) alucinó con la historia y no duda en calificarla de pastiche de géneros más clásico que muchos relatos canónicos. Por eso decidió dibujarla y cambió, con tan solo 16 páginas de comic, la temática y la estética de la cultura popular de los últimos 30 años.
La clave de esta maravillosa historia es el concepto pastiche; un cruce, una mezcla, una fusión de ciencia-ficción y género negro que por aquella época era algo inédito y más aun con la fuerza y convicción con la que los dos autores se emplearon. O'Bannon (guionista y director de cine) quiso hacer una parodia y le salió un blues futurista que Moebius orquestró con una sinfonia de líneas, manchas y colores que cobraron vida en el papel como pocas veces se había visto en el comic de los 70. Los elementos clásicos son muchos: del género negro negro nos encontramos la voz en off, el detective simplón, la cliente hermosa y mentirosa, los polis agresivos (es genial la idea de que sean robots con caracter) y el inevitable final triste. De la ciencia ficción: la metáfora de la sociedad usando la ciudad hundida en el subsuelo y los estratos sociales divididos por pisos (cuanto más abajo más lumpen), las invasiones extraterestres, los gadgets futuristas...
Pero Moebius quiso romper esquemas y articuló un relato híbrido pero convencional, puro pero mestizo con unos hallazgos narrativos inmensos. Sus personajes tienen alma, las calles olores, sonidos y vida y la historia funciona sin ningún sobresalto, todo fluye hasta el final. Algunos elementos rompedores los podemos encontrar en como Moebius resuelve algunas escenas como el asesinato de la chica descrito con una crueldad y detalle que era inédito en la época o la pelea en las taquillas de los barrios inferiores o como la naturaleza sigue su curso (en el caso de Pete Club) a pesar de la horrible metamorfosis de su amante en una resolución muy parecida a la que Corben dibujará en Den 1. Las enseñanzas del underground no dejaron indiferentes a los grandes artistas de los 70 y 80.
Moebius está en su esplendor creativo. Acaba de publicar en Metal Hurlant la serie Arzak (1975) y se dispone a comenzar El Garaje Hermético (1977) para mí su obra maestra - junto a The Long Tomorrow - como Moebius.
Por otra parte en su otra vida ha completado el que posiblemente sea uno de los mejores arcos argumentales de la serie Teniente Blueberry con los dos álbumes El Fuera de la Ley (1974) y Angel Face (1975). The Long Tomorrow es por lo tanto un zumo concentrado de puro genio de Jean Giraud/Moebius.
La influencia de este relato fue inmensa y empieza con un personaje llamado Riddley Scott que llamó a Moebius para que diseñara los trajes espaciales para su película Alien (1979) y lo volvió a llamar para Blade Runner (1982). Esta vez el dibujante de Blueberry no pudo participar pero todo el equipo, con Scott a la cabeza, se encargó de hacer notar que la inspiración para la ambientación de la película la habían sacado de The Long Tomorrow. Nada fue igual desde entonces, se había abierto la veda y en cualquier disciplina cultural los géneros se mezclaron e imperó el pastiche. En comic podemos destacar la Saga del Incal de Jodorowsky y Moebius, Bogey de Antonio Segura y Leo Sanchez o la Saga de Rocco Vargas de Daniel Torres, pero es que hay influencias hasta en Watchmen; en el cine podemos citar Blade Runner, por supuesto, El Quinto Elemento de Luc Besson, Trouble in Mind de Alan Rudolph y muchísimas más. Los video-clips (muchos de Queen por ejemplo), la publicidad, los videojuegos e infinidad de medios más sucumbieron a la moda. Su impacto fue similar a cualquier disco de Pink Floyd o a cualquier película de Kubrick que se editaran en aquellos convulsos años.
La clave de esta maravillosa historia es el concepto pastiche; un cruce, una mezcla, una fusión de ciencia-ficción y género negro que por aquella época era algo inédito y más aun con la fuerza y convicción con la que los dos autores se emplearon. O'Bannon (guionista y director de cine) quiso hacer una parodia y le salió un blues futurista que Moebius orquestró con una sinfonia de líneas, manchas y colores que cobraron vida en el papel como pocas veces se había visto en el comic de los 70. Los elementos clásicos son muchos: del género negro negro nos encontramos la voz en off, el detective simplón, la cliente hermosa y mentirosa, los polis agresivos (es genial la idea de que sean robots con caracter) y el inevitable final triste. De la ciencia ficción: la metáfora de la sociedad usando la ciudad hundida en el subsuelo y los estratos sociales divididos por pisos (cuanto más abajo más lumpen), las invasiones extraterestres, los gadgets futuristas...
Pero Moebius quiso romper esquemas y articuló un relato híbrido pero convencional, puro pero mestizo con unos hallazgos narrativos inmensos. Sus personajes tienen alma, las calles olores, sonidos y vida y la historia funciona sin ningún sobresalto, todo fluye hasta el final. Algunos elementos rompedores los podemos encontrar en como Moebius resuelve algunas escenas como el asesinato de la chica descrito con una crueldad y detalle que era inédito en la época o la pelea en las taquillas de los barrios inferiores o como la naturaleza sigue su curso (en el caso de Pete Club) a pesar de la horrible metamorfosis de su amante en una resolución muy parecida a la que Corben dibujará en Den 1. Las enseñanzas del underground no dejaron indiferentes a los grandes artistas de los 70 y 80.
Moebius está en su esplendor creativo. Acaba de publicar en Metal Hurlant la serie Arzak (1975) y se dispone a comenzar El Garaje Hermético (1977) para mí su obra maestra - junto a The Long Tomorrow - como Moebius.
Por otra parte en su otra vida ha completado el que posiblemente sea uno de los mejores arcos argumentales de la serie Teniente Blueberry con los dos álbumes El Fuera de la Ley (1974) y Angel Face (1975). The Long Tomorrow es por lo tanto un zumo concentrado de puro genio de Jean Giraud/Moebius.
La influencia de este relato fue inmensa y empieza con un personaje llamado Riddley Scott que llamó a Moebius para que diseñara los trajes espaciales para su película Alien (1979) y lo volvió a llamar para Blade Runner (1982). Esta vez el dibujante de Blueberry no pudo participar pero todo el equipo, con Scott a la cabeza, se encargó de hacer notar que la inspiración para la ambientación de la película la habían sacado de The Long Tomorrow. Nada fue igual desde entonces, se había abierto la veda y en cualquier disciplina cultural los géneros se mezclaron e imperó el pastiche. En comic podemos destacar la Saga del Incal de Jodorowsky y Moebius, Bogey de Antonio Segura y Leo Sanchez o la Saga de Rocco Vargas de Daniel Torres, pero es que hay influencias hasta en Watchmen; en el cine podemos citar Blade Runner, por supuesto, El Quinto Elemento de Luc Besson, Trouble in Mind de Alan Rudolph y muchísimas más. Los video-clips (muchos de Queen por ejemplo), la publicidad, los videojuegos e infinidad de medios más sucumbieron a la moda. Su impacto fue similar a cualquier disco de Pink Floyd o a cualquier película de Kubrick que se editaran en aquellos convulsos años.
The Long Tomorrow se publicó dividida en dos partes en la Revista Metal Hurlant, los números 7 y 8 correspondientes a los meses de mayo y julio respectivamente de 1976.
Moebius le pidió a Dan O'Bannon una continuación de la historia pero al leer el guión no le gustó y desistió de hacerla, le pareció demasiado tópica, sin fuerza en otra demostración de que The Long Tomorrow es única. A veces con 16 páginas basta para pasar a la historia.
Moebius le pidió a Dan O'Bannon una continuación de la historia pero al leer el guión no le gustó y desistió de hacerla, le pareció demasiado tópica, sin fuerza en otra demostración de que The Long Tomorrow es única. A veces con 16 páginas basta para pasar a la historia.
3 comentarios:
Excelente reseña.
Cuanto más la lees, mejor te parece.
Gracias por tu participación.
Un abrazo.
El pastiche en cómic creo que es vivificante. Pocas veces se acierta,en cambio,en cine y novela.
Excelente!
Soy un gran aficionado de Moebius, aunque soy mas clásico y a veces prefiero a Giraud (por lo mucho que me marco Blueberry).
The long Tomorrow lo he oido nombrar infinidad de veces pero no he tenido oportunidad de leerlo. Es increible la poderosa influencia ejercida sobre todo en el cine, en particular en Blade Runner, una de mis favoritas.
Gracias por estas reseñas, vivifican el alma.
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