Seguramente
Vittorio Giardino planteó
Sam Pezzo como un comic underground.

Y en el fondo casi lo era ya que en el lejano 1979 cuando se empezo a publicar la serie el comic negro era un género marginal, caduco, moribundo. En Italia y en Europa triunfaba la fanta-ciencia, el western y la Aventura (con A mayúscula y con referéncias históricas) pero el género negro no; era algo del pasado. Sólo
Sampayo y
Muñoz habían empezado con algo similar allá por el 1974,
Jacques Tardi se había asociado con
Jean-Patrick Manchette para hacer
Griffu y los de
El Cubri se atrevían con
Peter Parovic. Era una corriente subterránea que no afloraría hasta la segunda mitad de los 80 y que es la base de la gran edad de oro del género negro en la actualidad.

La serie protagonizada por el detective privado
Sam Pezzo está compuesta por 7 historias de extensión variable más dos historias cortas de 1 y 4 páginas. Empezó a publicarse en 1979 en la revista
Il Mago para pasar posteriormente a la revista
Orient Express cuando la primera cerró. La última historia de 46 páginas titulada
Shit City se publicó en 1983.

La temática es genuinamente negra donde un detective privado de una ciudad muy parecida a Bolonia trata de prosperar resolviendo casos a cual más sórdidos. Giardino intenta poblar sus viñetas de personajes singulares, al principio de manera torpe pero conforme van pasando los episodios de manera más segura. Su dibujo se va afianzando también hasta llegar al final de la serie a un asombroso clasicismo lleno de viñetas memorables en blanco y negro en la más pura tradición caniffiana.


El bueno de Vittorio Giardino describe su ciudad natal con absoluta fidelidad tanto física como moralmente. Las clases burguesas decadentes enredan en su podedumbre a los pobres desgraciados que se cruzan con ellos. El detective sirve de intermediario entre la mugre y sus clientes y recibe los golpes por ellos tanto de criminales como de la policía. Sam Pezzo representa su papel de manera estoica pero descreida y sólo recibe la recompensa de conocer algún personaje femenino que de manera fugaz le compensa de tanta sordidez.
Shit City es el título de la última historia, dividida en tres partes y mucho más extensa que las anteriores. Giardino compone una trama llena de quiebros y requiebros para describir la corrupción en el mundo de las apuestas hípicas. Los personajes femeninos representados por las hermanas
Wang son, como casi siempre en la obra del autor de
Little Ego, una de las pocas esperanzas de salvación en una vorágine de mezquindad.


La vigencia actual de Sam Pezzo radica en la honesta sinceridad de una obra nacida con una absoluta falta de pretensiones. Lejos de las obras más ambiciosas de su creador, este comic negro resulta extrañamente coherente en su deslabazada ejecución y en su desacomplejada sumisión a las reglas del género negro.