Según la organización el número de visitantes fue el mismo que la pasada edición. El sábado las colas eran bastante impresionantes. Sin embargo los expositores comentaban que el jueves y el viernes habían sido muy flojos. El sábado mucha gente pero compraba poco, añadían.
Uno de los aspectos más discutibles - según mi punto de vista - son las fechas. Prefiero el Saló en mayo e incluso en junio más que en abril y además tan pronto. Hizo buen tiempo, eso sí . La ausencia de Panini se notó aunque no fue algo clamoroso y como comento más abajo, en los otros posts, lo más destacado fueron las exposiciones y las firmas.
Astiberri luciendo sus premios en el stand.
Otro aspecto fundamental del Saló es la difusión de revistas, fanzines y obras autoeditadas que pueden darse a conocer a un público muy variado y receptivo. La cruda, Adobo, E-330, Condón, Malavida, Migas, Rantifuso, Zócalo, Amazing monsters, Andergraün, El naufraguito... son algunos fanzines que se pudieron ver y que aportan savia nueva a la industria.
Zombies, Star Wars, frikis... dieron color a la mañana del sábado.
Uno de los aspectos más destacados de cada edición es la repercusión del Saló en los medios de comunicación. Éstos aprovechan los cuatro días para inundar las páginas, ondas y pantallas de crónicas - hechas con mayor o menor fortuna - sobre el mundo del comic. Los autores son entevistados, las obras reseñadas y la industria analizada. Poco a poco se normalizará la situación del comic en la sociedad española... espero.
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